La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC vuelven a amenazar a los habitantes de algunas poblaciones del departamento colombiano de Arauca, en la frontera con Venezuela, con nuevos choques armados que están teniendo lugar durante la última semana.
Se trata de una situación preocupante de "violencia sistemática", según denunció este jueves la Defensoría del Pueblo, que comenzó a principios de año pero pasaba por una "relativa calma" desde el periodo electoral y que ahora se ha vuelto a agudizar con choques armados, confinamiento de algunas comunidades y también desplazamiento masivo de otras.
"Desde el 2 de enero pasado se presentó un recrudecimiento de los enfrentamientos entre los grupos armados ilegales y, aunque hubo una reducción de las acciones violentas en el marco de la jornada electoral en el país, los actores armados ilegales vuelven a ejecutar acciones que ponen en riesgo a la población", aseguró el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Desde el fin de semana los habitantes vienen reportando disparos y fuertes estallidos en zonas rurales como El Temblador, Gran Bucare, Canoas, La Holanda y el resguardo indígena La Esperanza, situadas en el municipio de Tame.
En este municipio, en el sector de Alto Purare, según denunció la Defensoría, en las últimas horas "por lo menos 15 personas cercanas a procesos de reincorporación, fueron retenidas entre las que se encuentran menores de edad".
El personero de Tame, Juan Carlos Villate, denunció a principios de semana que los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC que se vienen sucediendo desde el 9 de julio han "comprometido la vida de comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes que viven en la zona".
Situación en Arauca
La situación humanitaria en Arauca, un departamento con mucha riqueza mineral y explotaciones petrolíferas donde la guerrilla ha tenido mucha influencia desde hace décadas y el Estado no tiene demasiada presencia, empeoró a principios de este año por la guerra que libran el ELN y el Frente Décimo de las disidencias de las antiguas FARC.
El ELN mantiene una activa y fuerte presencia desde hace décadas en Arauca y luego de una especie de tregua ahora se enfrenta con las disidencias de las FARC, que buscan controlar el territorio para dominar el narcotráfico y otras actividades ilegales como la minería y el contrabando de gasolina, entre otros.
La Defensoría reportó este jueves 228 homicidios en lo que va del año, con varios líderes sociales incluidos, en las confrontaciones que persisten en los siete municipios de Arauca y en Cubará, en el vecino departamento de Boyacá.