A pesar de los avances en las campañas de prevención y las restricciones publicitarias, el consumo de tabaco sigue siendo un problema de salud pública en muchos países. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es responsable de aproximadamente el 30% de las muertes por cáncer y del 85% de los casos de cáncer de pulmón. Sin embargo, sus efectos nocivos no se limitan a este órgano, ya que también está vinculado con el cáncer de boca, garganta, esófago, páncreas, vejiga y otros.
La Doctora Lucia Nieto, de Asunción Klinika, afirma que los estudios han demostrado que "en una calada de un cigarrillo estamos metiendo dentro de nuestro cuerpo cerca de 3.000 sustancias con capacidad cancerígena". "El riesgo de contraer un cáncer de pulmón aumenta 20 veces si se fuma un paquete durante 40 años, aunque nunca es tarde para dejar de fumar", asegura Nieto.