Las gasolineras aún no han notado la subida que se nos anunció ahora que ha entrado en vigor el veto al petróleo ruso. Sin embargo, esta tregua no va a durar mucho, según nos dice la presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Bizkaia Nuria Lekue. "De momento no hemos notado esa subida. Se debe a que en enero se ha hecho acopio de diésel ruso y las reservas están en niveles importantes. Entendemos que se empezará a notar en semanas y habrá escasez y subida de precios", augura.
El precio del gasóleo y la gasolina rondan un precio de 1,66 euros y las últimas subidas, aclara, se deben a que el pasado 1 de enero entró en vigor la nueva normativa de calidad de combustible. Nuria Lekue recuerda que esta normativa fue aprobada por el Gobierno español en el real decreto del pasado mes de marzo y que, por lo tanto, el Ejecutivo ya sabía que esto iba a ocurrir y que los precios iban a subir.
De ahí que no entienda la prisa que, a su juicio, se han dado en eliminar la subvención general de los 20 céntimos por litro. "Creo que el Gobierno español se ha precipitado quitando la subvención. Ya sabía que con la normativa de calidad el precio iba a subir y que el 5 de febrero se vetaba el crudo ruso", lamenta.
Nuria Lekue subraya que Europa necesita 1 millón 600 mil barriles de diésel cada día y ante la escasez, "le vamos a comprar el crudo ruso a terceros. No estamos haciendo lo ideal. Si es necesario hacer la transición energética, dependemos de combustibles fósiles. Se quiere acelerar la transición y no es posible", insiste.
Reconoce que en su caso, la Diputación Foral de Bizkaia ha sido "ágil" en el pago de la subvención que las gasolineras adelantaban pero también denuncia que hasta el día 15 del mes siguiente no se cobraba con "tensiones de tesorería importantes". "Nos han convertido en banqueros al 0%. No le encuentro sentido porque la mayoría son PYMES", matiza.
Futuro del parque automovilístico
Respecto a lo que pueda suponer de cara al futuro el problema en la escasez de crudo, la presidenta de ESTASERBI recuerda que el 99% del parque automovilístico es de combustible fósil. "Cada vez es más viejo, el chatarrero de Europa. Ante la incertidumbre, el precio alto de los vehículos eléctricos, y la renta, la mayoría de familias no tiene acceso al vehículo eléctrico y se venden diésel con más de 10 años", advierte.
"Hay mucha incertidumbre y el usuario no sabe por dónde tirar. No solo es el precio de compra sino la autonomía que tiene. Eso lleva a mucha gente a que en vez de comprar un coche nuevo, tire con un coche viejo", afirma.