La planta noble de la sede del PSN está remodelada. Entera. Esta legislatura hicieron obra. Han pasado del clásico pisazo viejo de partido estatal en provincias a un espacio diáfano, transparente, horizontal, como dirían los cursis. Parece la sede de una tecnológica. Madera clara, estilo nórdico, luz blanca, cristaleras grandes.
Ramón Alzórriz Goñi recibe a este periódico en un office enorme, con encimera y máquina de café, donde el domingo pasado siguieron los resultados de una de las federaciones que mejor aguantó la noche negra del PSOE en las autonómicas y municipales.
El secretario de Organización de los socialistas navarros se esfuerza por rebajar las tiranteces de los primeros contactos –agudizados por el adelanto electoral– y asegura que cuentan con el apoyo de Ferraz, con Santos Cerdán al frente. Anticipa que los socialistas serán generosos en las negociaciones y recomienda a Esparza que vigile su partido y se quite de la cabeza ser presidente de Navarra. Antes habrá elecciones.
¿Cómo han ido los primeros contactos son sus socios?
–La ciudadanía ha avalado la actual fórmula de Gobierno, pero nos ha fortalecido frente a Geroa Bai. Por eso no es lógico que se pretenda tener la misma fuerza cuando tienes siete escaños que cuanto tenías nueve. Nosotros queremos la presidencia del Parlamento y Geroa Bai también. El PSN debe ser generoso a la hora de asumir ciertas peticiones, pero se debe respetar el aval que nos ha dado la ciudadanía.
¿El escenario ha cambiado tanto como para pedir la presidencia del Gobierno, la presidencia del Parlamento...?
–Bueno, Geroa Bai ha perdido dos escaños de nueve. Lo importante es reforzar la fórmula de Gobierno. Todos tenemos que ser capaces de dejar pelos en la gatera para que esto salga bien.
Pues el comienzo no parece que haya sido el mejor.
–Tenemos que limar asperezas, de acuerdo. Pero somos viejos conocidos, hemos hecho muy buen trabajo juntos y tenemos que seguir en ese camino, que además ha sido refrendado por la ciudadanía.
Esta falta de confianza entre ambos, ¿no transmite dudas?
–Estoy convencido de que va a haber acuerdo. No le demos tanta importancia a las diferencias que tenemos los partidos. ¡No nos hemos presentado juntos! Es normal y lógico que haya diferencias que, por otra parte, están dentro de lo absolutamente normal. Lo importante es que va a haber acuerdo.
¿Por qué el PSN reclama la presidencia del Parlamento?
–Tenemos más fuerza dentro de ese Gobierno. Y es la presidencia la que marca el calendario para la toma de posesión de Chivite.
¿Qué tiempos manejan? ¿Condiciona mucho la convocatoria de las generales la investidura en Navarra?
–Todo afecta. Pero no tendría que demorarse en exceso más allá de estas negociaciones que estamos teniendo ahora. También es importante no tener prisas.
Como nada nos vamos a plantar en julio: Sanfermines y campaña. ¿Va a dar tiempo antes del 23-J?
–No perdamos mucho el tiempo en eso. Vamos a trabajar por un acuerdo cuanto antes, es lo que quiere la ciudadanía.
Si los socios tienen más escaños que la derecha, ¿por qué no se zanja esto pronto y se evita cualquier riesgo?
–Yo no sé quién está alimentando esa hipótesis. Porque nosotros hemos sido tajantes: no hay gobierno alternativo al liderado por Chivite y con Geroa Bai y Contigo Zurekin. Y con la derecha y la ultraderecha en la oposición. El que alimente otras opciones, algún objetivo oculto tendrá.
¿Les han pedido desde Ferraz que no anuncien acuerdos o no pongan fecha para una investidura todavía?
–Bueno, es que ya hemos empezado a hablar con nuestros socios y hemos constatado diferencias absolutamente normales. Hemos dicho que hay que llegar a un acuerdo cuanto antes, y en eso vamos a trabajar.
¿Han hablado con Santos Cerdán?
–Todos los días. Además de coordinación, hay amistad. Cerdán tiene mucho peso en el partido y en el Gobierno y siempre ha estado de nuestro lado. Estamos muy tranquilos. Al margen de que la propia Chivite ha hablado con Sánchez, y Sánchez le ha felicitado por los resultados en Navarra.
¿Qué les transmite?
–La confianza de que Chivite va a ser presidenta y que la derecha no va a tener ningún hueco para llamar a la puerta de Madrid. Tenemos la seguridad de que el partido avala esta fórmula.
¿Da vértigo ver las generales en pleno proceso negociador?
–No. Lo único que nos da vértigo es que pueda llegar la derecha. El PSOE respeta y avala el Gobierno de Chivite con Geroa Bai y Contigo Zurekin.
¿Cómo es el ambiente dentro del partido tras los malos resultados del domingo?
–Nos han felicitado por los resultados en Navarra.
El PSN ha aguantado casi como en ningún territorio.
–Creo que hemos sabido explicar que EH Bildu no estaba en el Gobierno ni en las cuestiones identitarias, que son las que necesita Navarra. La ciudadanía ha entendido que hay que entenderse entre diferentes, que una cosa es la gobernabilidad y otra los pactos.
Pero, ¿se puede deslindar la gobernabilidad de los pactos? Pactos con EH Bildu hay, eso es obvio, y favorecen la gobernabilidad.
–Yo creo que la ciudadanía sabe distinguir. Una cosa es tener a EH Bildu en el Gobierno y otra es un pacto presupuestario, que es donde hemos acordado. Ellos saben que pueden ser útiles y les ha ido bien de esta manera.
¿Tiene sentido que ahora tengan miedo, como dice la derecha, a una foto con EH Bildu?
–Una cosa es hablar y otra negociar. Nosotros, el Gobierno, lo vamos a negociar con Geroa Bai y Contigo Zurekin. Pero hablar, con cualquiera, no hay problema.
¿Pero por qué le cuesta reconocer que ha habido acuerdos con EH Bildu? Si no se trata de lo que vayan a hacer ahora, si es que lo han hecho ya. Y con normalidad.
–La gente distingue entre negociar un presupuesto o un Gobierno.
¿Pero negociar pactos presupuestarios, acuerdos, no es negociar cosas de Gobierno?
–Un Presupuesto no es una cuestión tan central como estar en un Gobierno. Es una cosa puntual, que surge de la necesidad de las personas. Vamos a diferenciarlo, porque si no entramos en la confusión a la que nos quiere llevar la derecha. Aunque en Navarra no haya tenido efecto.
En 2019 se llegó a un acuerdo para la Mesa in extremis. ¿Qué va a pasar ahora?
–Ahora, ni vivimos la misma situación ni entendemos que se tenga que llegar a esa fecha sin un acuerdo. Eso es compartido entre los socios y eso es positivo.
¿Esa generosidad de la que habla la dice por la negociación de la presidencia de la Mesa con Geroa Bai?
–Bueno, vamos a verlo. Nos vamos a reunir con ellos. Hablaremos de este tipo de cuestiones, de lo que reivindicamos los dos. Los resultados nos han reforzado, pero entendemos las peticiones de nuestros socios y podemos llegar a acuerdos.
Pero le da una tensión y un misterio... ¿nos estamos perdiendo algo?
–Cuando te presentas, quieres lo máximo. Eso es lógico. Y nosotros hemos salido reforzados de los resultados, es un hecho. Pero a partir de ahí, entendemos que no podemos hacer nada sin compañeros de viaje que han sido leales y con los que hemos llegado a buen puerto. Tendremos que saber cuáles son sus reivindicaciones, ellos tendrán que saber las nuestras, y tendremos que llegar a un acuerdo. Dentro de ese margen, nosotros entenderemos y podremos ser generosos. Igual no en todas las cuestiones, pero en algunas cuestiones lo seremos.
¿La presidencia de la Mesa es una línea roja?
–No puedes ir a una negociación sin margen para la flexibilidad. El PSN quiere llegar a un acuerdo.
¿El acuerdo va a estar vinculado a los ayuntamientos?
–No. Lo único que decimos es que lo que es bueno para Navarra es bueno para los ayuntamientos, así que los tres socios enemos que liderar cuantos más ayuntamientos mejor. Aunque parece que hay grupos más ligados al pasado con EH Bildu que al presente con el PSN.
En Pamplona la primera fuerza del bloque que ha estado con la mayoría progresista es EH Bildu...
–[Interrumpe]Pero es que eso no es así. El progresismo no es independentismo, ni conservadurismo y derecha. La persona que introdujo la papeleta del PSN en la urna sabía perfectamente lo que íbamos a hacer. Nosotros no queremos un gobierno de derechas ni uno independentista. Somos la fuerza mayoritaria de los progresistas.
¿Y si esa vía no es posible?
–Pues la prioridad será que no haya un Gobierno de derechas.
¿Cómo se puede hacer eso sin EH Bildu?
–Saiz ya ha tenido contacto con Geroa Bai y Contigo Navarra y hay que explorar esa vía. Hay que posibilitar un acuerdo en una propuesta concreta, y quien ostente el liderazgo tendrá que hablar con quien le dé los votos para tener la alcaldía.
¿Piensa en la propuesta de Koldo Martínez?
–Podríamos explorar todas las posiblidades, porque nuestra prioridad es que la derecha no gobierne esta ciudad.
¿Y Elma Saiz haría eso? ¿Dar los votos a Martínez?
–Si eso sirve para desalojar a la derecha, lo estudiamos.
Lo dicen porque saben que EH Bildu no lo va aceptar.
–Es una hipótesis, claro. Hace falta sentarse, insisto. No digo otra cosa: no vamos a votar ni a EH Bildu ni a Cristina Ibarrola. La propuesta de la que le hablo está ahí.
¿Están preparados para las presiones de Esparza en Madrid?
–Si yo fuera Esparza, estaría más preocupado en defenderme de Toquero que de reclamar algo que no va a tener, que es el Gobierno de Navarra.
Y eso que UPN y PSN suman 26.
–Ese es un escenario cerrado. Solo hay una posibilidad: gobierno de Chivite con Geroa Bai y Contigo Zurekin. Lo demás es ilusionismo de gente que debería estar más preocupada por defender su castillo ante compañeros de partido que le tocan la puerta. No hay ninguna posibilidad de que Esparza gobierne Navarra. Y si no hay ese gobierno no habrá gobierno.
¿Puede haber repetición electoral?
–No es imposible. Lo que hay que entender es que no hay otra fórmula posible que la que le digo. La ciudadanía apoya este Gobierno. Sería incomprensible que no formáramos un gobierno en los mismos términos.