La Tercera RFEF contará la temporada que viene con el regreso de una de las canteras más icónicas del fútbol navarro. Jugadores de la talla de Ignacio Zoco, Jesús Glaría, Javier Ederra, Marañón, Zaldúa, Tiko, Pedro Mari Zabalza, Josetxo, Almunia o Txiki Acaz, además de un sinfín de nombres que componen la lista han salido de Oberena, que este fin de semana se impuso al Alesves y pudo celebrar ante su afición el regreso a la élite del fútbol navarro cuatro temporadas después.
De aquella última andadura en Tercera solamente siguen en la plantilla Sergio Soto, Álvaro Gómez, Pablo Laspalas, Pedro Arbizu, Íñigo Navarro y Abderraman Bekai. Los tres primeros, precisamente en ese orden, son los actuales capitanes de la entidad pamplonesa.
A pesar de que el inicio de temporada no fue el deseado, Txarly Lerga, presidente, reconoce que "el equipo jugaba bien. Empezamos a enlazar victorias seguidas y el equipo se enchufó. Tenemos un Oberena joven, con ilusiones, iban todos a entrenar y eso se nota. Empezamos la liga un mes siendo los últimos, perdimos la Supercopa... pero había que tener paciencia. Luego tuvimos las fatalidades de las lesiones graves. Y luego la aportación de los juveniles, que no se nos olvide. El hecho de tenerles como fondo de armario ha sido fundamental, porque han jugado 5-6 juveniles con el primer equipo la fase de ascenso".
El partido, al igual que el mensaje que lanzan desde el vestuario los jugadores, "lo viví tranquilo. El Alesves juega bien, es buen equipo, pero tuve más nervios en la primera que en la segunda parte. Al final el partido lo sentenciamos en el descuento".
El dirigente desvela que la palabra "ascenso" ha estado censurada en el vestuario en todo el año. "Estaba muy callado por el palo que nos llevamos en Artajona fue terrible. La remontada que hicimos para meternos en el play off, eliminar al Erri-Berri en Olite, llegar a Artajona y perder en penaltis... la palabra ascenso no se ha pronunciado hasta la última semana. La gente la tenía en la cabeza, pero no se hablaba de ello", reitera.
Con la próxima, Oberena disputará 48 temporadas en Tercera. Salvo el Tudelano (55), y el Txantrea (49), nadie ha competido más veces que ellos en la élite del fútbol navarro. El club, en palabras de su presidente, ha regresado para quedarse. "Oberena tiene que estar en Tercera, es nuestra categoría. 27 equipos tenemos y siempre hemos tirado de lo que hemos tenido. Y con eso hasta donde nos de".
Y lo hará, a falta de confirmación oficial, con Haitz Amunárriz desde el banquillo. El técnico, que ha logrado el ascenso en su primera campaña en la categoría, también debutará en Tercera el próximo curso. "Si el míster quiere, seguirá, pero hay cosas que se entienden sin hablar. Ya le dije y me dijo "tranquilo". Es una apuesta nuestra, estaba entrenando en el cadete, y le pusimos a él porque es un pedazo de entrenador. Es metódico, sabe llevar a los grupos en todas las categorías. A pesar del inicio no hubo ninguna duda en él. Había que tener paciencia porque era nuestra apuesta. El grupo está unido, esa ha sido la clave, juega con la plantilla entera y sabe a cada uno darle su rol", se sincera Lerga.
En cuanto a roles y liderazgo, Txarly Lerga no puede evitar hablar de los tres jugadores que se lesionaron al principio de la fase de ascenso. "Pablo y Álvaro, capitanes los dos, han tirado del carro en el vestuario, que era donde podían. Y Javi... el año pasado fue nuestro verdugo y ahí ha estado también".
Precisamente fue el propio Javier Lázaro el que privó a Oberena de ascender a Tercera RFEF la temporada pasada. El portero, que jugaba en el Gares, pactó con Oberena la vuelta al club al acabar la temporada y se convirtió en verdugo. Ahora, a su favor, cuenta con dos ascensos a Tercera de manera consecutiva. "Javi cumplió con su palabra de que iba a volver a Oberena para subir al equipo a Tercera. Y lo ha hecho", apunta el directivo.