El preacuerdo de Gobierno entre PNV y PSE fija que la vasca debe ser una sociedad basada en la cultura democrática, la convivencia, el respeto y en no olvidar lo vivido con anterioridad. En el acuerdo se refleja que el modelo de convivencia debe basarse en cuatro pilares sobre los que edificar una sociedad más justa, equitativa y pacífica: deslegitimación de la violencia; reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneraciones de derechos; construcción de una memoria inclusiva, crítica y ética; y promoción de los principios y valores éticos y democráticos.
Memoria crítica
El pacto se plantea como objetivo seguir construyendo una memoria crítica del pasado, tanto histórica como reciente y promover una cultura social y política que respete los Derechos Humanos.
Erradicar la violencia machista
Además, de erradicar la aceptación social de la violencia como medio para resolver conflictos o imponer ideas, el Ejecutivo tendrá como prioridad luchar contra la violencia machista, un mal al que en el acuerdo se califica como “problema social de primer orden”, que debe ser abordado como una conculcación de los derechos humanos y apuesta por que la violencia machista se convierta en un objetivo de País prioritario.
Defensa de los derechos LGTBIQ+
El pacto de Gobierno también recoge el compromiso de los socios para garantizar la defensa de la igualdad y de la diversidad del colectivo LGTBIQ+, así como reconocer su aportación para construir una sociedad más justa.