Tras una temporada a contracorriente y plagada de problemas, el Lointek Gernika Bizkaia ha logrado cumplir sus objetivos y mantenerse de nuevo entre los mejores de la Liga Femenina. Superó la fase de grupos de la Eurocup de forma agónica en la última jornada, accedió a semifinales de la Copa con un triunfo ajustado y con tres victorias en los últimos cuatro partidos atrapó el octavo puesto y el último billete para las eliminatorias por el título, que le iniciará este domingo a partir de las 19.00 horas en Maloste ante el Perfumerías Avenida en un enfrentamiento muy desequilibrado que el equipo gernikarra afrontará con solo ocho jugadoras por culpa de las lesiones.
Los últimos percances sufridos por Angie Bjorklund y Marta Alberdi en apenas tres días resumen lo que ha sido un curso desafortunado, irregular en el rendimiento y que ha concluido por primera vez en ocho temporadas con balance negativo de victorias (14) y derrotas (16). Cuando mejor estaba el Lointek Gernika, justo tras el partido de ida de la Eurocup ante el Çukurova Mersin, llegó el brote de covid que obligó a confinarse a toda la plantilla y destrozó toda la planificación. El equipo de Mario López estuvo casi mes y medio sin competir en la liga por la acumulación de positivos en el resto de plantillas y el reguero de aplazamientos que provocó. En medio de todo ello, tuvo que afrontar el choque de vuelta en Turquía que pasará a los anales de las experiencias desagradables y alejadas del espíritu deportivo y dejó muy tocado mentalmente a las jugadoras.
Sin poder establecer las pautas físicas habituales, con compromisos cancelados casi con el pie en el autobús, el conjunto gernikarra no logró recuperar el ritmo de juego y cayó en su peor crisis de resultados, con siete derrotas seguidas, en una segunda vuelta complicada. La plantilla, al menos, pudo recomponerse en la Copa para eliminar al Cadi La Seu y dar buena réplica al Avenida en semifinales y tiró de carácter para superar la acumulación de encuentros del tramo final y rascar las victorias necesarias para colarse en el play-off casi sobre la última raya y abrir la posibilidad de volver la próxima campaña a las competiciones europeas.
En medio de todas las complicaciones, el rendimiento individual de las jugadoras ha ido y ha venido, han faltado referentes constantes en su aportación, la defensa no ha estado a la altura habitual por esa falta de base física y de continuidad en el juego y las lesiones, con cinco de las jugadoras del plan inicial fuera del equipo ahora mismo, han acabado por dejar al equipo con lo justo para afrontar una eliminatoria que ya de por sí es durísima. Empezando en Maloste, la esperanza es tratar de lograr un resultado digno y dar algo de emoción, pero la experiencia de la pasada temporada en las semifinales resalta la dificultad de la empresa cuando enfrente está un equipo que en las dos últimas temporadas ha estado en la Final Four de la Euroliga y que solo ha perdido tres partidos en la Liga Femenina. En las semifinales de 2021, las salmantinas sentenciaron en el primer duelo con una victoria por 22 puntos y dejó en un trámite el partido de vuelta.
Lo normal es que Maloste vea el domingo el último partido de la temporada en la que se está celebrando el 25 aniversario del club. Quizás por primera vez el Lointek Gernika se ha movido cerca de sus posibilidades reales ya que hasta ahora había malacostumbrado a sus seguidores a rendir por encima de las mismas. Pero el hábito de ganar más que de perder hará que en el balance interno la autocrítica sea el primer paso para volver a puestos más altos en una competición que cada año se está poniendo más exigente.