Hay ocasiones en la vida en las que demorar una decisión unos segundos puede provocar que cuando se tome sea ya demasiado tarde. Un escenario muy similar al que se encuentra en estos momentos el Deportivo Alavés, que afronta esta tarde su compromiso de la sexta jornada de Liga obligado a reaccionar ya.
Con cuatro derrotas consecutivas a sus espaldas, cero puntos en el casillero y unas sensaciones cada vez más preocupantes, el conjunto albiazul necesita dar de inmediato un volantazo a su errática trayectoria en este arranque de la temporada. De lo contrario, correrá serio peligro de verse hundido en un pozo –clasificatorio y, sobre todo, anímico– del que resulte prácticamente imposible escapar.