Tras el mazazo que ha supuesto la confirmación definitiva de la ausencia de la Copa del Rey de Granada y con el personal sumido en el abatimiento absoluto como consecuencia de los malos resultados de los últimos tiempos, el Bitci Baskonia afronta otra semana de tres partidos con el fin de tratar de levantar el ánimo.
El equipo vitoriano, que ha descansado el fin de semana tras el severo correctivo encajado en el OAKA ante el Panathinaikos, recibirá en el corto intervalo de 72 horas a dos firmes candidatos al Top 8 de la Euroliga. Hoy aterriza en Vitoria el áspero Zenit de Xavi Pascual y este viernes lo hará otro pétreo oponente como el Olympiacos, ambos muy necesitados en la carrera por una de las cuatro primeras plazas que garantizan la ventaja de campo en el cruce previo a la Final a Cuatro.
La buena noticia para Neven Spahija es que poco a poco irá recuperando jugadores para incrementar una rotación famélica. Quien volverá al equipo con total seguridad ante los rusos es Alec Peters tras haber superado ya el covid-19. El retorno del ala-pívot estadounidense es de una importancia vital porque el Baskonia tan solo dispuso de un pívot nato (Enoch) en el último encuentro ante los griegos debido a las bajas interiores de Sedekerskis y Costello.
Peters debutará por fin en el Buesa Arena tras una temporada en la que no termina de gozar de continuidad a la hora de ejercer como el francotirador letal que necesita el Baskonia para abrir las defensas contrarias. En principio, Spahija no recuperará a más jugadores ante el Zenit, un rival de cuidado que se ha asentado con firmeza entre los grandes transatlánticos de la Euroliga.
El conjunto azulgrana todavía no conoce la victoria en este 2022 dentro de la máxima competición continental. No acompañan los resultados ni tampoco el juego en un contexto sumamente peligroso.
Y es que la imagen del Baskonia en muchos partidos está siendo impropia de lo que quieren las altas esferas y los aficionados, cuya preocupación va in crescendo. Una cosa es perder y otra bien distinta no competir, algo que tristemente está sucediendo con un grupo corto de jugadores pero también de valores inherentes a la casa como el espíritu de lucha, el carácter y el compromiso.
El Zenit, que ya se le indigestó a los alaveses en la ida, no es desde luego el mejor adversario para combatir la depresión. Un conjunto granítico y correoso a más no poder, equilibrado en todas sus líneas y con el sello intransferible de Xavi Pascual, que pese a no contar desde el inicio del ejercicio con su fichaje estrella (Shabazz Napier) ha sabido moldear a su imagen y semejanza a una plantilla de indudable fuste.
En las filas rusas destacan ilustres nombres propios como los anotadores Jordan Loyd y Billy Baron o Alex Poythress y Jordan Mickey, dos atléticos postes que insuflan poderío a la zona. El mecenazgo de la empresa gasística Gazprom se encuentra detrás del crecimiento de un club pujante y con miras cada vez más ambiciosas.