El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 8 años y seis meses de prisión a un hombre que violó repetidas veces a una mujer en un descampado cerca de Aranda de Duero, tras lo cual le preguntó si eran amigos y podrían quedar otro día.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 25 de abril de 2021. Aquel día el condenado acudió, junto a otras personas, entre las que se encontraba la víctima, a una fiesta en una finca en Aranda, tras haber discutido en un bar con su novia por un infidelidades de ella.
Tras la fiesta, el condenado se ofreció a llevar a la víctima y a una amiga a Aranda. Pero tras dejar a la amiga, él condujo a otro lugar con la excusa de "echar un pitillo", que ella desconocía, y que resultó ser un camino oscuro cerca de la Casa de Campo.
Una vez allí, trató de besarla pero ella se negó. Entonces, la sacó del coche por los pelos, tirándola al suelo y arrastrándola, mientras esta ofrecía resistencia, y si bien pudo zafarse momentáneamente del acusado e intentó escaparse, este la alcanzó, se abalanzó sobre ella y la violó.
Convenció al agresor de que no lo contaría
A continuación, el condenado abrió una puerta e introdujo a rastras a la mujer hacia un merendero cercano donde continúo violándola. Ante la actitud amenazante del hombre y llegando a temer por su vida, ella decidió intentar mantener la calma y hablarle de manera que le tranquilizara, hasta convencerle de que no le iba a decir a nadie lo que había pasado y que la llevara a casa.
Fue entonces cuando el chico le preguntó si eran amigos y quedarían otro día, a lo que ella le dijo que sí, que no pasaba nada, y este se convenció de ello y la llevó a su casa, donde la mujer llamó a Emergencias y fue trasladada al hospital por la Policía.
La Audiencia de Burgos le condenó a seis años de prisión por un delito de agresión sexual, que más tarde el Tribunal Superior de Justicia Castilla y León elevo a ocho años y seis meses al estimar el recurso de la víctima.
Y ahora el Supremo confirma la pena al destacar la "persistencia y verosimilitud" del testimonio de la víctima frente a la versión del condenado de que estaba drogada y las relaciones fueron consentidas.
Ahora bien rechaza aplicar la ley del solo sí es sí porque aunque la pena pasa de una horquilla de entre 6 y 12 años a 4 y 12 años, por las circunstancias en la que se produjo todo, por "la humillante situación" que sufrió y "la clandestinidad e impunidad propias del lugar y hora de los hechos", considera la pena proporcional.