Aunque popularmente se diga que donde hay pelo hay alegría, la depilación ha formado parte de la historia desde los inicios de la humanidad. Esto ha ocurrido por diversos motivos: higiénicos, estéticos, religiosos, sociales o eróticos. La depilación, como práctica cultural, se ha llevado a cabo desde las primeras civilizaciones como la egipcia, la griega y la romana.
Actualmente, este hábito se puede dividir en dos categorías; la depilación temporal, que se practica con hilo, pinza, cera, crema depilatoria, cuchilla o maquinilla, y la depilación definitiva, donde encontramos tres métodos principales: luz pulsada intensa (IPL), electrólisis y láser. Esta última surgió hacia 1990 y consiste en utilizar un rayo láser que nuestra melanina absorbe, destruyendo el folículo piloso y eliminando así el vello no deseado. Es un método cada vez más extendido, pero existen diversos aspectos a tener en cuenta si queremos llevarlo a cabo.
No te fíes ni un pelo del sol
Aunque tomar el sol y la depilación láser son compatibles, si se realiza debe ser con cautela. No se debe tomar el sol cinco días antes del tratamiento, ni cinco días después. La protección solar recomendada es factor +50, aunque no estemos en la piscina o la playa. También es aconsejable acudir con las zonas a tratar tapadas el día de la depilación, para que al salir estén protegidas de los rayos solares.
No esperes a que las ranas críen pelo para hacerlo
Si vas a hacerte un tratamiento de depilación láser debes tener en cuenta que la edad es un factor determinante a la hora de llevarlo a cabo. Concretar la edad ideal para que este método ofrezca buenos resultados es muy complicado, puesto que debe evaluarse cada caso de manera independiente.
En cuanto a la edad mínima recomendable, hay que tener en cuenta que la madurez del vello se produce en los 17-18 años en las chicas y los 20-21 años en los chicos, momento en el que el pelo adquiere su longitud y extensión definitiva. Aunque tampoco existe una edad máxima para realizarlo, años y trabajo ponen el pelo blanco y no está de más recordar que las canas no se pueden eliminar con láser, porque el pelo es tan claro que no puede ser detectado.
Cuenta con pelos y señales si tomas medicación
La lista de medicamentos fotosensibles es extensa, por lo que su consumo mientras dura la depilación láser se convierte en un riesgo probable. Antihistamínicos, como la Ebastina, la Loratadina o Claritin, antiinflamatorios y analgésicos como el Ibuprofeno y el Naproxeno, los antiácidos como el Omeprazol, los antibióticos como el Ciprofloxacino y diversos antidepresivos, tranquilizantes, diuréticos, laxantes y corticoides son solo algunos ejemplos de fármacos que provocan que la piel esté demasiado sensible para el tratamiento, teniendo efectos negativos para este.
También debemos informar si existen tatuajes cercanos a la zona a depilar, debiendo taparlo para extremar las precauciones, ya que el láser no debe incidir sobre ellos.
El rasurado viene al pelo
Para la depilación láser debemos rasurar las zonas la noche antes del tratamiento. Lo ideal es hacerlo en el momento de la ducha o el baño, con agua tibia, para que de un día a otro crezca la parte superior del folículo y la máquina pueda detectarlo de una manera fácil y directa, incidiendo en él. Nunca se deben utilizar métodos de arranque como las pinzas porque hacen que la depilación láser no sea efectiva.
Las cremas anestésicas ponen los pelos de punta
El uso de este tipo de cremas está desaconsejado, porque si la zona a tratar presenta falta de sensibilidad existe el riesgo de lesión en la dermis. Durante la sesión de depilación láser es necesario notar el efecto sobre la piel, atendiendo al umbral de molestia, así el personal del centro estético regula la potencia del tratamiento de forma segura y personalizada.
Suéltate el pelo con la hidratación
La hidratación de la piel hará que el cabezal de la máquina láser se desplace mejor por la superficie de la dermis y que, como consecuencia, se obtengan mejores resultados en el tratamiento. Lo ideal es aplicar gel de aloe vera, que nutre y regenera, pero es importante señalar que la hidratación no se debe realizar momentos antes de la sesión, puesto que es necesario llevar la piel libre de cremas o desodorantes, que pueden taponar la dermis y reducir la potencia del láser.
Exfoliación: pocos pelos, pero bien peinados
Si queremos acelerar la caída del vello tras la sesión, podemos exfoliar suavemente las zonas depiladas con un guante de crin o exfoliante corporal. Para esta práctica es aconsejable esperar unos días a que la piel esté completamente regenerada e hidratada.
No te tires de los pelos por el número de sesiones
Dependiendo del área del cuerpo a tratar, el sexo, la edad y otros muchos factores, necesitaremos un número de sesiones u otro. Los expertos de P & P Clinic responden a la pregunta más repetida: "entre 5 y 10 sesiones, siempre recordando que el vello facial es mucho más difícil de eliminar, y que los resultados son individuales".
Los folículos pilosos están distribuidos de manera diferente en el cuerpo. En la cara, por ejemplo, necesitaremos un mayor número de sesiones porque contamos con más de 800 por centímetro cuadrado. El sexo también influye en gran medida en el desarrollo del proceso, los hombres, por ejemplo, requieren mayor número de sesiones que las mujeres. A pesar de lo anterior, las estadísticas dicen que este tratamiento suele durar alrededor de año y medio aproximadamente.
A la ocasión la pintan calva y en la actualidad encontramos numerosos centros estéticos con ofertas tentadoras para comenzar el tratamiento: Centros bedda, Grupostop, Centros Único, Tacto y Clínicas Láser Fusión son sólo algunos ejemplos de ello, donde encontramos una gama de precios variada que depende del tamaño de la zona a depilar y del número de sesiones que queramos llevar a cabo.
En zonas sueltas el precio varía entre 5 y 15€ para superficies pequeñas (cuello, entrecejo, axilas), entre 15 y 20€ para zonas de tamaño medio (facial completo en mujeres, perfilado de barba en hombres, ingles brasileñas), entre 20 y 30€ para superficies grandes (glúteos, medias piernas) y a partir de 30€ por sesión en las zonas muy grandes (brazos y piernas completas).
Otra alternativa más económica es beneficiarnos de los diferentes packs disponibles en el mercado. En Láserum podemos aprovechar la oferta que incluye piernas completas, pubis, ingles, axilas y pies por 35€ la primera sesión y 49€ el resto. En Centros Único ofrecen nueve sesiones de piernas completas, ingles y axilas por 720€.
La cuestión principal es encontrar un centro médico o estético donde llevar a cabo este tratamiento de forma segura, aprovechando los avances en este campo, que han hecho que la depilación láser se pueda ajustar a las necesidades de cada persona, siendo un tratamiento práctico a largo plazo.