La desconfianza y la curiosidad son dos de los características más destacadas de los gatos. Si queremos llevar uno a que viva con nosotros hay que vencer la primera y la segunda es la forma de hacerlo. A la hora de saludarlo, de hacer un reconocimiento mutuo, hay que ganarse su confianza con paciencia y trabajo. Para ello es bueno seguir los consejos de los expertos.
Desde la web de la organización Human Rescue Alliance, una asociación dedicada desde hace 150 años a la protección de los animales y a ayudar a los humanos que cuidan de ellos, ofrecen una serie de consejos para ayudar a que el proceso de adopción, en este caso de gatos, tenga éxito y la convivencia sea la mejor.
Como es de común conocimiento, los gatos tienen una personalidad muy marcada. La desconfianza hacia lo desconocido, heredada probablemente de su naturaleza individualista hasta cierto punto y temerosa de ser presa además de cazador, hace que contemplen cualquier novedad con un gesto de “preparado para huir” mezclado con un interés por averiguar qué es lo que se le ha puesto delante.
Si lo que quieres es adoptar a uno o caerle bien al que vive en el piso de un amigo debes ser consciente de que la primera impresión es la que cuenta y, como con los humanos, después es muy difícil enmendar si ha salido mal. Por eso es oportuno seguir los consejos que dan desde la asociación estadounidense. Son ocho.
1. Siéntate y ponte al nivel del gato
Es una cuestión de tamaño, eres más grande y esto le intimida. Encogerse suele ser una táctica entre muchos animales para resultar menos amenazantes y eso es lo que hay que tratar de hacer. Si te pones al nivel del gato, sentado en el suelo, puedes eliminar algunos de sus miedos iniciales.
2. Dale tu mano
Como primer acercamiento, extiende tu mano hacia el gato y deja que sea él el que tome la iniciativa de acercarse. Un par de detalles, mejor el puño cerrado o con la palma hacia abajo y los dedos relajados. Y siempre por debajo del nivel de su cabeza, jamás desde la alto. Lo más probable es que se acerque despacio y olfatee para decidir cómo sigue.
3. Adecuarse a su ritmo
Ve a su velocidad, déjale que dé el primer paso y que lo haga despacio. Ten paciencia y no tengas prisa por acariciarlo, deja que lo haga primero. El ritmo de la interacción debe ser de él.
4. No mires fijamente a un gato
Si entre humanos mirar fijamente puede ser descortés y algo intimidante, para los gatos y otros animales es directamente un signo de agresión. Puedes hacer un breve contacto y luego mirar hacia otro lado. Breve mirada y nueva retirada. Entrando en el lenguaje gatuno, haz parpadeos largos y lentos, lo que para ellos significa como un “no quiero hacerte daño”. El gato puede corresponder los parpadeos y si lo hace, la cosa va bien.
5. Atento a su lenguaje corporal
Cada gato tiene áreas en las que le encanta que lo acaricien y otras que están prohibidas. En general, cuando interactúes con un gato que no es el tuyo, limítate a acariciar las mejillas, la barbilla y el cuello. Observa los gestos de un gato como el movimiento de la cola, su mirada fija, movimiento de la cabeza, el pelo erizado. Esto puede significar que el gato no está cómodo, sobreestimulado y esto no es lo que buscamos, así que paso atrás.
6. Escucha a su cuidador
Si estás en un refugio para adoptar un gato, escucha al personal disponible y deja que te cuenten sus antecedentes. Si vas a visitar la casa de alguien, deja que te cuente sobre los patrones de comportamiento, lo que le gusta y lo que no le gusta de este gato en particular. Un gato puede ser más tolerante con personas conocidas que con personas nuevas y queremos ser de las primeras.
7. Vuelve a presentarte por segunda vez
O las que hagan falta. Es posible que te veas o huelas diferente la segunda vez que te encuentres con un gato, así que, una vez más, tómate tu tiempo y ve despacio. Se trata de que adquiera confianza por lo que este proceso habrá que repetirlo las veces que haga falta.