La generación más preparada de la historia no puede abandonar el hogar familiar para iniciar un proyecto de vida individual y el acceso a una vivienda propia es una quimera. Y es que solo el 15,5% de los jóvenes vascos de entre 16 y 29 años estaba emancipado en el segundo semestre de 2021, un indicador que en Euskadi está lastrado por la temporalidad laboral y los altos precios de compra y alquiler, según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
El mazazo que supuso la pandemia para la ocupación juvenil sigue pesando como una losa sobre su futuro. Por ello, los jóvenes acceden al mercado laboral con mayores tasas de paro, más temporalidad y bajos salarios. No hay que olvidar que se trata de una generación que ha sufrido ya dos crisis económicas, una pandemia, una crisis energética, la inflación global, y ahora, una guerra.
El 80% se lo lleva el alquiler
El informe también pone de manifiesto que ha crecido la proporción de aquellos que residen en una vivienda distinta a la del hogar de origen tras el mínimo histórico registrado en 2020, cuando se situó en el 13,7%. Sin embargo, remarca que la estabilidad es muy necesaria para afrontar con garantías los altos precios de compra y alquiler que ofrece el mercado libre de la vivienda en Euskadi. Y es que el pago mensual del alquiler por una vivienda libre en el País Vasco se lleva el 80% del salario medio de una persona joven y la cuota hipotecaria mensual para la compra de una vivienda libre, absorbería el 65,2%.
Porque no pueden alquilar y tampoco comprar ya que un veinteañero debería dedicar 3,8 veces su salario neto anual para poder sufragar la entrada a una hipoteca, tomando como referencia el precio de un piso estándar.
Con motivo del Día Internacional de la Juventud, que se celebra hoy viernes, el estudio constata que en 2021 se produjo en Euskadi un “importante aumento del empleo” entre la población joven, “superior a los ocho puntos porcentuales”, situando a esta comunidad como la cuarta la que más personas jóvenes están ocupadas por detrás de Cataluña, Madrid y Aragón.
Sin embargo, el incremento en la temporalidad ha sido “también muy considerable”, de 7,6 puntos, y, en contra de lo que ha sucedido en el conjunto de España, también ha crecido la probabilidad de que tengan jornadas a tiempo parcial (2,9 puntos), la mayor parte de cuales eran “involuntarias”. De hecho, los jóvenes se emancipan hacia los 30 años, unos tres años después que la media europea. Para el BBVA, uno de los motivos de este retraso es por la dificultad de acceder a una vivienda a un coste reducido y en una localización que satisfaga sus preferencias.
Confirma que la emancipación de los jóvenes se lleva a cabo mayoritariamente a través del alquiler. En 2020, en plena pandemia, casi la mitad de los hogares españoles cuya persona de referencia era menor de 30 años residía en una vivienda arrendada.
En este escenario, la población joven emancipada en Euskadi presenta unas características “muy singulares”, como que el 61,9% tiene contratos indefinidos o que el 42,8% lleva tres años o más en su trabajo.
Con motivo de este día mundial, Cruz Roja Juventud se ha propuesto desmentir el “mito de irresponsable” que arrastran los jóvenes actuales ya que son personas muy solidarias y especialmente vinculadas y preocupadas por el cuidado del medio ambiente y los problemas sociales”. Hacen hincapié en que este segmento de la población “aguanta precariedad laboral, explotación y contratos parciales”, pero, igualmente, “buscan la forma de salir adelante”. Porque la edad media de las personas emprendedoras se sitúa entre los 25 y los 34 años, y son los que más rápidamente se adaptan a la realidad digital. Todo ello en un mercado de trabajo que en 2030 será plenamente tecnológico, y donde un 85% de los puestos que existirán, aún no se han inventado.
En breve
Pandemia
Los más afectados. La pandemia ha perjudicado a los jóvenes más que a ningún otro grupo en términos laborales y ha provocado que la proporción del grupo de edad entre los 15 a 24 años que ni trabajan ni estudian sea la más alta de los últimos 15 años.
23% de ‘ninis’
Estudio de la OIT. Según la Organización Internacional del Trabajo, los jóvenes desempleados o que no siguen ningún tipo de programa educativo o de formación (jóvenes nini) en 2020 representaron el 23,3% del total , un 1,5% más que el año anterior.