Tras registrar el mejor julio de la historia en compraventas, el mercado de la vivienda vasco registró en agosto un ascenso algo más tímido respecto al mismo periodo del año anterior, en concreto, del 6%, según los notarios. Era algo de esperar, ya que los datos están influenciados por el periodo vacacional. Siguen siendo, no obstante, cifras positivas que reflejan el inicio de un cambio de ciclo hipotecario impulsado por la desescalada de los tipos de interés y la caída del euríbor.
En agosto se llevaron a cabo un total de 857 operaciones de compraventa en Euskadi y lo que refleja el nuevo informe del Colegio General del Notariado es que las viviendas que se compraron fueron más grandes y también más baratas que hace un año: la superficie se incrementó de media un 5,7% –se situó en los 90 metros cuadrados en el caso de las viviendas unifamiliares y en los 82 metros cuadrados en el de los pisos– y los precios bajaron un 6,6% respecto a los que había en agosto de 2023, quedando la cuantía promedio en 2.602 euros por metro cuadrado. Además de en la CAV, los precios solo cayeron en otras tres comunidades y es el segundo mayor descenso del Estado, por detrás de La Rioja. Las otras dos son Andalucía y Galicia.
Además, el número de hipotecas concedidas creció prácticamente al mismo nivel, un 6,6%. Asimismo, el porcentaje de compras de viviendas financiadas mediante un préstamo hipotecario se situó en el 79%, es decir, casi ocho de cada diez. O, lo que es lo mismo, solo dos de cada diez viviendas se compraron en Euskadi al contado, una cifra muy por debajo de la media del Estado, donde prácticamente la mitad se compra sin pedir una hipoteca. También ha aumentado el porcentaje de viviendas que se compran mediante préstamo respecto a lo que se venía registrando en los últimos meses, que oscilaba entre el 60 y 70%. Esto refleja que la caída del euríbor, y el consiguiente el abaratamiento de las hipotecas, ha activado una bolsa de compradores que estaba esperando una relajación de las condiciones hipotecarias.
Más caros
La CAV comparte el podio con Madrid, cuyo porcentaje de compras financiadas por hipoteca es del 81%, y Catalunya, del 62%. Estos primeros puestos coinciden con los precios de las viviendas, más altos en las tres comunidades –en Madrid el metro cuadrado está a 2.645 euros y en Catalunya, a 1.929 euros–. La excepción es Baleares, que con unos precios desorbitados, de 3.427 euros el metro cuadrado, la mitad de las compraventas se realizaron en agosto a tocateja. En el conjunto del Estado, el precio del metro cuadrado se situó en 1.599 euros, un 4,3% por encima del que se registraba un año antes.
El precio subió en Madrid un 5%; en Catalunya, un 0,5%, y en Baleares, un 6%. Por lo tanto, de las cuatro comunidades más caras, el precio solo bajó en Euskadi. Aquí, la cuantía promedio de los préstamos fue de 167.132 euros y supone el 69% del valor de los inmuebles. Para hacer una comparativa, en la Comunidad de Madrid, la cuantía media fue de 217.968 euros y supuso el 70% del valor del inmueble, mientras que en la comunidad más barata, Extremadura, la cuantía promedio fue de 94.073 euros, el 80% del precio.
La senda abierta por el Banco Central Europeo (BCE) iniciando el descenso de los tipos de interés ha sido detonante para activar al sector inmobiliario que sufrió un duro golpe en 2023 en medio de la constante subida de los precios y de las condiciones de las hipotecas: en Euskadi el descenso de las compraventas en el conjunto del año fue del 15,7%. Y arrancó el año en tasas negativas, hasta que comenzó a remontar en abril, en medio de los primeros rumores sobre un cambio de rumbo en la política monetaria del BCE y el comienzo del descenso del euríbor. Desde entonces, las operaciones han subido todos los meses e, incluso, el mercado ha vivido su mejor julio desde que hay registros.