Verdadero o Falso

Ocho detalles que debes tener en cuenta para identificar un vídeo falso

Los ‘deepfakes’, vídeos creados con técnicas de Inteligencia artificial, son cada vez más comunes y en muchas ocasiones tienen como objetivo de desinformar
Recreación generada por IA de cómo se genera un rostro para un 'deepfake'. / Freepik

Dudar si una imagen es real, si creérsela o no, es tan antigua que ya se recoge en la Biblia, en concreto en el Evangelio de San Juan, cuando el apóstol Santo Tomás se niega a creer en la resurrección de Jesús si no lo ve y no mete la mano en sus heridas. Cuando después Jesucristo se encuentra con él le dice que “dichosos los que no han visto y han creído”.

Esta escena sobre la fe, sobre creer en lo que se ve y en lo que no, tendría nuevas interpretaciones en la actualidad. A la luz, o a la sombra, de los deepfakes ya no está claro si nos podemos creer todo lo que vemos y oímos o ya nada es fiable.

Recreación virtual del rostro de una joven. Freepik

Qué es un 'deepfake'

Aunque su mal uso ha hecho que la palabra deepfake tenga una carga negativa, no es otra cosa que la manipulación de imágenes y vídeos para hacer que alguien diga o haga algo que no ha hecho ni dicho en, quizá, un lugar en el que no ha estado.

Lo que nació como un recurso creativo se ha acabado convirtiendo también en una manera de crear vídeos falsos con la intención de difundir bulos, desprestigiar personas y engañar. El nombre deriva de la combinación de deep learning, aprendizaje profundo en inglés y que es la tecnología empleada, y fake (falso, en inglés). Consiste en recopilar cientos de imágenes de una persona y enseñarle a un programa a interpretar sus modismos para poder adaptarlos a distintas situaciones. También se puede grabar a una persona haciendo o diciendo algo y superponer encima los rasgos de quien se quiera que protagonice el vídeo.

Un ejemplo es este vídeo en el que el expresidente de EEUU Barack Obama y un actor parecen decir las mismas palabras. Uno de ellos es falso.

Cómo detectarlas

El problema es, como explica Graciela Padilla, de la Universidad Complutense de Madrid a la web Maldita.es, que se trata de “una imagen viva, en movimiento. Esa profundidad nos conduce a una mentira tan honda y tan bien hecha que es difícil de detectar”. El resultado puede ser tan verosímil que el receptor no suele tener dudas de que sea real. Es el ver para creer del apóstol santo Tomás.

Pero también dio con la manera de detectarlas, meter la mano en las heridas para ver si son reales. Estos son ocho aspectos en los que conviene fijarse para detectar errores en la imagen.

1. Fijarse detenidamente en la cara. Las manipulaciones generalmente se dan en la cara de la víctima y se suele encontrar incongruencias.

2. Mejillas y frente. La piel de estas zonas puede aparecer muy uniforme o con arrugas algo exageradas. Puede que haya diferencias de envejecimiento en diferentes zonas.

3. Ojos y cejas. Además de poder presentar un aspecto muy natural, es importante fijarse en las sombras, pueden no encajar con la luz.

4. Las gafas. Es habitual que presente deformaciones, que los cristales no reflejen la luz de forma natural, o que haga de espejo y se vea algo extraño.

5. Bigote, barba y patillas. Son algo difícil de replicar, si son falsas o están alteradas no resultan naturales, no se ajustan bien a la cara.

6. Lunares, pecas, verrugas. Muchas veces parece un simple punto pintado algo irreal.

7. Los parpadeos. Es un movimiento regular e involuntario, por lo que las alteraciones se notan.

8. Los labios. Son la base de los deepfakes. Su sincronía con la voz y con los gestos faciales es complicada de replicar.

'Deepfakes' e imágenes manipuladas, diferencias

Aunque en un principio hablemos de algo similar, en el fondo son cosas diferentes. Así lo explica la profesora de Periodismo y Nuevos Medios de la Universidad Complutense de Madrid Graciela Padilla y recoge la Comunidad web Maldita.es lo explica. Una imagen manipulada es “una imagen fija cuyo resultado tras manipularla es un fotograma fijo”. Las deepfakes son vídeos reales manipulados digitalmente con el objetivo de crear imágenes falsas que sean realistas

De esta forma, para manipular una imagen basta un programa de edición, con el apoyo o no de una IA, mientras que para hacer que un vídeo falso de alguien es necesario usar una red neuronal entrenada para aprender gestos, voces y expresiones faciales con las que dar vida al personaje.

Otro aspecto que hay que dejar claro es que los deepfakes nacen de un vídeo real previo, por lo que tampoco hay que confundirlo con imágenes generadas por ordenador. Estas son creadas desde cero y nada de ellas es real.

Como en muchos campos, su uso creativo permite resultados tan espectaculares como el anuncio de una cerveza protagonizado por la fallecida Lola Flores o la recreación de la princesa Leia en algunas escenas de la película de Stars Wars, El ascenso de Skywalker. Pero su reverso oscuro se ha dado en los numerosos casos de vídeos pornográficos protagonizados tanto por famosos como por personas anónimas.

23/11/2024