Tal y como es tradición, las doce del mediodía de cada 15 de agosto dan inicio las fiestas patronales de Laudio que, tras dos años de suspensión debido a la pandemia del covid-19, se retoman este año con su esquema habitual: ocho intensas jornadas divididas en dos tramos, y como punto y final el último domingo de agosto. La primera parte de los festejos es siempre la de carácter más tradicional: 15 de agosto txupinazo, 16 festividad del patrón San Roque y 17 celebración de San Roquetzar. Durante estos tres días, laudioarras y visitantes tienen la posibilidad de disfrutar de actos típicos y arraigados como verbenas, el concurso de pintura al aire libre que en esta edición rinde homenaje al recientemente fallecido artista local Antonio Aldama Tejada, pasacalles de gigantes y Cabezudos, misa en honor al Santo patrón, el canto de La Alborada por los Arlotes, encierros y vaquillas, conciertos de la Banda de Música, concursos de aurresku, fandango y arin-arin o el homenaje y comida para los vecinos de la tercera edad.
El resto de las actividades se van a concentrar en cinco días con el objetivo de potenciar el tramo final de los San Roques. Solo hay una excepción, el XLIII concurso gastronómico de tortilla de patatas y conejo guisado que organiza la Sociedad Rakatapla el sábado 20 de agosto en la plaza Aldai. Al margen de eso, las fiestas patronales se reanudarán formalmente el miércoles 24 de agosto con la celebración del denominado Día de Ajos por parte de Untzueta Dantza Taldea que, por la mañana, animará las calles con una cuerda con mozos y mozas de cuadrillas y dantzaris , un acto que acaba con el baile de un Aurresku y una comida popular.
El jueves es el Día de las Cuadrillas y, entre otras cosas, los mozos y mozas se unen en una comida de hermandad y el viernes es el popular Día del Baserritarra con una feria matinal de productos agrícolas y artesanales con puestos en la plaza Aldai y la Herriko Plaza. La jornada grande de los sanroques laudioarras será, sin duda, el sábado 27 Día de las Morcillas y las fiestas patronales se cierran el domingo con un acto histórico como es la comida de cofrades y como broche el pasacalles y quema de la mascota Roketxu.