Los espejos están presentes en casi todos los hogares y además de ser un elemento decorativo, también nos resultan muy prácticos para mirarnos y comprobar que todo está en orden: que vamos correctamente vestidos, peinados y arreglados.
Los colocamos en los lugares de la casa donde creemos que mejor quedan o donde nos van a resultar más útiles, y bien utilizados en espacios pequeños sirven para dar una mayor sensación de amplitud.
Sin embargo, el espejo no es un accesorio más de la vivienda sino que en algunas culturas se considera un objeto cargado de magia (refleja la verdad), sabiduría y revelación. Por su capacidad de multiplicar las cosas, la filosofía milenaria china del Feng Shui asegura que no es conveniente colocar los espejos en cualquier lugar, sino que hay que hacerlo en unos espacios concretos para mantener nuestro hogar libre de energías negativas y atraer a nuestra vida la buena suerte.
El Feng Shui se traduce como "viento y agua" y estudia los espacios buscando armonizar y equilibrar las energías de los elementos que están en él bajo las reglas del yin y del yang. Esta filosofía materializa sus creencias en el equilibrio de los cinco elementos básicos de la naturaleza: madera, tierra, metal, fuego y agua.
En el caso de los espejos, estos se corresponden con el agua, que se asocia a la nitidez, la fluidez, la claridad y la comunicación. Por ello sobra decir que debes deshacerte cuanto antes de cualquier espejo roto o estropeado que no ofrezca un fiel reflejo de la realidad que tiene enfrente.
Así, tener espejos en casa es una buena idea siempre y cuando sepamos dónde debemos colocarlos. El Feng Shui considera que ponerlos en el sitio equivocado puede atraer al hogar malas energías y alejar de nosotros la buena suerte y la protección. Por ello apunta a ciertos lugares prohibidos que son:
1- Enfrente de la cama. El reflejo de la cama en el espejo puede atraer un exceso de energía e influir negativamente a tu descanso. Mejor colocarlo sobre el cabecero.
2- En la habitación. Durante los momentos de descanso, puede reflejar inquietud o ansiedad al intentar dormir, evitando así un reposo adecuado.
3- En la cocina. Si un espejo refleja el horno, la estufa, una chimenea o un fuego encendido, este puede avivar la energía negativa en el hogar.
Un espejo colocado junto a la mesa de la cocina.
4- En escaleras. Colocado al principio o al final de las escaleras o en un rellano, el espejo puede hacer que la energía discurra por ellas y quede atrapada entre los escalones. De esta forma se quedará allí estancada en bucle y al no circular hacia el resto de pisos y habitaciones tu casa entrará en un desequilibrio de energías.
5- Frente a puertas o ventanas. La energía positiva se puede escapar por ellas y generar un desequilibrio en el hogar.
6- Colocar varios juntos. Más de un espejo en el mismo lugar pueden generar múltiples reflejos, lo que podría desorientar el flujo de las buenas energías.
Dos espejos colocados en una zona de paso.
7- En lugares de trabajo. Los espejos multiplican todo lo que reflejan, por lo que colocarlo en tu lugar de trabajo no parece una buena idea: tu energía no logrará enfocarse y tus tareas se volverán interminables. Cualquier trabajo te resultará agotador, pues tu concentración estará en un intermitente rebote por el efecto del espejo.
8- En lugares desordenados. Reflejarán desorden, suciedad e incomodidad y transferirán toda esta negatividad a tu vida cotidiana.
Ya lo ves, si estás pensando en decorar o redecorar tu casa no te olvides de colocar espejos, muy necesarios para tu día a día. Sin embargo, recuerda que no puedes ponerlos en cualquier lugar si no quieres exponerte a que te persiga la mala suerte (según el Feng Shui).