Seguro que siempre te ha llamado la atención y has observado con cierta envidia la piel tan perfecta que lucen las mujeres japonesas. Ese efecto porcelana, sin arrugas ni líneas de expresión, les hace siempre aparentar menos años de los que en realidad tienen.
Sin embargo, el hecho de que tengan ese aspecto más joven no es mera casualidad, sino que el secreto está en las cuidadas rutinas de belleza que practican a diario, las cuales retrasan el envejecimiento y hacen que su piel mantenga un aspecto sano pese al paso del tiempo.
El elixir de la eterna juventud todavía no existe, pero si prestas atención a los hábitos que mantienen las mujeres del País del Sol Naciente, que son, eso sí, tremendamente disciplinadas, es probable que encuentres alguna clave para poder lucir una piel más firme y tersa. Ocho de ellos son:
1- Alimentación sana. Japón destaca por su baja tasa de obesidad, en buena parte gracias a sus hábitos alimenticios saludables. Incluir en la dieta pescados, algas, mariscos, legumbres y verduras, además de abundante agua y té, te ayudará a mantenerte delgada y a cuidar tu piel. El pescado, en concreto, contiene ácidos grasos que pueden eliminar el oxígeno activo que acelera el envejecimiento de la piel.
2- El té, bebido y aplicado en la piel. Las japonesas toman al menos una taza de té verde al día y, además, se lo colocan en la piel. Haz una infusión, aplícatela en la cara con un algodón, déjala actuar unos minutos y después aclárala. Gracias a sus antioxidantes, te ayudará a prevenir arrugas y líneas de expresión. Por su parte, el té blanco es conocido como el té de los emperadores o de la belleza por su asociación con el cuidado de la piel y la prolongación de la juventud.
3- Masajes en el rostro. Al estimular la circulación de la cara, aumenta el flujo sanguíneo, se alivia la tensión y el rostro recupera su brillo y frescura. El kobido, práctica que se remonta al siglo XV y que es conocida como el lifting japonés sin cirugía, es actualmente un tratamiento muy demandado.
4- Lavar la cara dos veces al día. Abusar del agua puede provocar sequedad en la piel. Lavarse la cara una vez por la mañana y otra por la noche será suficiente.
5- Tónicos naturales. Los tónicos ricos en vitamina C y en agua de arroz tienen muchos antioxidantes que aumentan la producción de colágeno, lo que evita las arrugas y retrasa el envejecimiento de tu piel.
6- Días de relajación para la piel. Las mujeres niponas se obligan a no maquillarse dos días por semana. En ellos, solo se permiten limpiarse la piel y aplicarse una crema hidratante.
7- Cuidado con el sol. Evita en la medida de lo posible exponerte al sol y, si no quieres o no puedes hacerlo, imita a las mujeres japonesas. Cúbrete el rostro con un sombrero y utiliza la más alta protección solar.
8- Hábitos saludables. Tu piel es un claro reflejo de tus hábitos. Las mujeres japonesas, además de cuidar la dieta, evitan en la medida de lo posible el alcohol y el tabaco, tratan de dormir lo suficiente y reducen el estrés con meditación y ejercicio.
Ya lo ves. Nunca es tarde para cuidarse, pero, sin duda, cuanto antes empieces mejor. Las japonesas comienzan a utilizar productos antiedad en la veintena, así que lo suyo es más mantener que reparar. Si tu edad dista mucho de los 20, no podrás aspirar a tener una piel de porcelana, pero seguro que con estos consejos consigues que luzca más firme y luminosa.