EL Athletic abrió ayer martes San Mamés para que el público pudiera presenciar el primer entrenamiento de la semana con vistas al derbi ante la Real Sociedad. Y la afición rojiblanca respondió. Más de 8.000 personas se dieron cita en La Catedral para disfrutar de la sesión y ver de cerca a los leones. Porque es algo que no ocurre a menudo. O, al menos, no con la asiduidad que les gustaría a los seguidores. Y es que desde que Ernesto Valverde cogió al equipo el 4 de julio, en lo que fue el inicio de su tercera etapa al frente del Athletic, el primer equipo tan solo ha realizado 22 sesiones con público. El resto han sido a puerta cerrada. Sin mirones. Y es más, de esas 22 posibilidades, tan solo dos han sido en San Mamés. Es decir, tan solo hay un precedente en La Catedral este curso, y fue el 2 de enero, cuando en plenas vacaciones navideñas, otras 8.000 personas fueron al estadio para dar ánimos a los suyos.
En esa ocasión, también estuvieron en las gradas Iñigo Plaza y sus hijos Iker y Jon. Ambos aprovecharon ayer martes y ese 2 de enero para disfrutar de los leones en una de las pocas oportunidades que han tenido esta temporada. “Está muy bien que abran San Mamés en fechas señaladas, a nosotros nos gusta venir porque sobre todo los críos se lo pasan muy bien. Es una mañana diferente y bonita de fútbol”, explica Iñigo. De igual opinión es Luis, a quien le tocó ejercer de aitite ejemplar con Helene y Lander: “El Athletic es de los socios, de la gente, por eso está genial que de vez en cuando se pueda ver cómo trabajan los futbolistas, tenerles más cerca y no solo en los partidos, donde todo es más brusco y el ambiente es diferente”.