WhatsApp, el servicio de mensajería instantáneo de Meta, es casi con toda seguridad el más usado del mundo. Esto quiere decir que hay millones de personas mandando y recibiendo directamente mensajes las 24 horas del día. Son muchos mensajes y muchas personas. Y no todos son amables y bienintencionados. Por ellos, WhatsApp se ha puesto firme y ha tomando una medidas para evitar el abuso digital: bloquear a los usuarios que utilicen lenguaje ofensivo, difamatorio o contenido de odio
Así parece que los administradores de WhatsApp reconocen que aunque los mensajes sean responsabilidad de quien los escribe y envía, la red social tiene cierta obligación de arbitraje y control para evitar algunos problemas, para evitar abusos relacionados con el acoso y el uso indebido de lenguaje. Lo que resulta curioso es que perteneciendo también a la empresa Meta, desde principios de este año 2025 Facebook haya renunciando al control directo de contenidos que venía realizando y en WhatsApp se endurezca.

WhatsApp busca proteger a sus usuarios de ataque y abusos digitales.
Qué pretende esta medida
WhatsApp quiere que la plataforma sea un espacio seguro y respetuosos para sus usuarios. Para ello ha implementado varias medidas de seguridad que buscan garantizarlo. Entre ellas destaca la de controlar las palabras y expresiones que los usuarios empleen en sus textos.
La intención detrás de esta acción es proteger a los usuarios de mensajes de odio, discriminación, acoso y contenido inapropiado. La empresa ha establecido políticas estrictas en sus términos y condiciones para evitar que estos abusos tengan cabida dentro de su ecosistema. Aunque tenga cierto aire de censura no llega a serlo por dos razones, la primera es que al ser el de WhatsApp un sistema encriptado de extremo a extremo, nadie que no sea el emisor y el receptor puede leer el contenido y saber qué se dice, por lo que no se puede leer y eliminar el mensaje antes de su envío, y segundo, se sanciona al infractor a posteriori y tras demostrar que se ha saltado los términos de uso de WhatsApp.
Qué prohíbe
Uno de los aspectos que WhatsApp quiere regular es el contenido relacionado con temas sensibles y peligrosos, así en general. Yendo a lo concreto, según las normas de uso de la aplicación, se encuentran prohibidas palabras y términos relacionados con pornografía y pedofilia, así como cualquier tipo de contenido que se considere amenazante, difamatorio, intimidante o que incite al odio.
Además de estos vocablos y expresiones, WhatsApp también prohíbe mensajes que puedan contener afirmaciones falsas o fake news, que son otro tipo de violación a las normas de uso de la plataforma.
Ahora bien, queda dicho que WhatsApp no tiene acceso a los contenidos debido a la encriptación de extremo a extremo, por lo que no puede bloquear automáticamente a los usuarios que utilicen estas palabras o difundan este tipo de mensajes. Por ello, la responsabilidad de denunciar este tipo de contenidos prohibidos recae en el resto de usuarios, especialmente en los que los reciban.
Tras recibir la denuncia de un supuesto abuso de este tipo, WhatsApp se encarga de verificar si el usuario que ha escrito el mensaje viola sus términos y condiciones. Si resulta que sí ha infringido las reglas establecidas, se le podría aplicar una sanción temporal o, incluso en casos extremos, el bloqueo permanente de su cuenta. Evidentemente esto dependerá de la gravedad y de la reincidencia de la infracción.
Me han bloqueado la cuenta, ¿ahora qué?
Si se da la circunstancia de que por algún motivo, fundado o no, tu cuenta de WhatsApp ha sido bloqueada o suspendida, recibirás una notificación que te avisa de la situación y de que tu cuenta ha sido bloqueada temporalmente. En principio se tratará de una situación de duración limitada. Pasado un breve tiempo, se desbloqueará. Pero en casos graves o reincidencia seria, este bloqueo puede ser permanente y definitivo. El usuario puede quedarse sin cuenta.
Esto significa que se pierde el acceso a WhatsApp desde ese número de teléfono y de los dispositivos asociados. Pero hecha la ley, hecha la trampa, basta con un número y un móvil nuevo y distinto para volver a acceder a WhatsApp.
Para que esto no te suceda, para que no nos suceda, la clave está en respetar. Respetar tanto las normas de uso como al resto de usuarios. De esta manera se trata de no enviar mensajes con lenguaje ofensivo, discriminatorio o dañino. A ello hay que sumar la no difusión de noticias falsas. Además hay que recordar que la denuncia no es de un tercero sino del receptor del mensaje, que de esta manera puede defenderse de unos ataques que no debe recibir ni deben hacerse.