La Plataforma de Vecinos de Olabarrieta, en Galdakao, volvió ayer miércoles a decir no a la inclusión en el Catálogo de Patrimonio Cultural del municipio de las 120 viviendas unifamiliares y bifamiliares que forman el conocido como poblado de Firestone. Lo hizo mediante una manifestación que partió a las 18.00 horas desde la Casa Consistorial y que recorrió el centro de la localidad secundada por alrededor de doscientas personas que gritaron mensajes como “Udaletxe, no nos vendemos”, “La transparencia brilla por su ausencia” o “Nuestras casas son nuestro patrimonio” y portando pancartas que dejaban patente su reivindicación: Ayuntamiento de Galdakao. Nuestras casas son nuestras. No al patrimonio en Olabarrieta.
La decisión anunciada el miércoles por el equipo de gobierno de iniciar los trámites para suspender el acuerdo plenario del pasado 22 de diciembre de aprobación inicial del catálogo no les resulta suficiente ni les genera confianza. “Queremos la exclusión permanente del catálogo”, insisten. Y así lo dejaron ayer miércoles patente después de agradecer a los asistentes al acto de protesta “el apoyo que estáis dando a nuestra lucha, sois nuestra fuerza”. En su intervención ante los participantes en la manifestación, un representante de la Plataforma Vecinal de Olabarrieta explicó que “este equipo de gobierno nos quiere meter en una ley totalmente injusta. Sin ninguna consulta, con mentiras, con todo tipo de triquiñuelas, y sin contar con los vecinos”. Sobre la suspensión de la aprobación inicial del catálogo anunciada el miércoles por el ejecutivo liderado por EH Bildu en coalición con Auzoak, Usansolo Herria y Podemos afirmó que “parece que van a recular, nunca te puedes fiar, porque siempre tienen alguna carta guardada debajo de la mesa”.
Inseguridades y dudas
Una de las principales denuncias del colectivo de afectados de Olabarrieta es la falta de transparencia, sobre todo durante el proceso de elaboración del catálogo. “Ha habido nula información a los afectados, también hacia el resto de partidos con representación en el Ayuntamiento y también a los medios de comunicación” ya que, entre otras cuestiones, “en la presentación del Catálogo que tuvo lugar el 25 de enero en Torrezabal se aseguró que el nivel de catalogación del barrio de Olabarrieta era básica y lo que se aprobó en el pleno del 22 de diciembre fue un nivel medio”. También entienden que la concejala de Transparencia y Cultura, Olaia Parra, y perteneciente a Auzoak, podría haber incurrido “posiblemente, en una incompatibilidad, basándonos en los artículos 26 y 27 de la ley, 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y de buen gobierno”, por lo que durante la manifestación se escucharon consignas solicitando la dimisión de esta concejala.
En Olabarrieta lo tienen claro, no quieren formar parte del catálogo y lo argumentan, además, refiriéndose a la a ley 6/2019 de 9 de mayo que en su artículo 47 establece que “la protección otorgada a los bienes inmuebles inscritos en el registro de la CAV de Patrimonio Cultural Vasco prevalecerá sobre los instrumentos de ordenación urbanística, territorial y medioambiental” y que en el punto 5 del 49 indica que “el planteamiento urbanístico deberá prever la realización de las actuaciones necesarias en el entorno de los bienes culturales protegidos para la eliminación de los elementos, construcciones e instalaciones que afecten a la contemplación, apreciación, estudio o disfrute del bien objeto de la protección”.
Y ante esto, se preguntan: ¿Qué va a pasar con las modificaciones o anexos que, con autorización municipal, se han ido realizando en las viviendas durante 75 años? ¿Se van a tener que derribar para que recuperen su estado original?”. De momento, todo son dudas y problemas.