“Es ecológico, sostenible y un producto de cercanía”. Así resume Olatz Esparza, gerente de la asociación de Empresas de Madera de Navarra (Ademan) a la leña como fuente de energía, una alternativa al gas de la que la Comunidad Foral es, además, “autosuficiente”.
“En su día se puso mucho de moda el gas natural, que con el prefijo natural ya parecía que era bueno, pero son fuentes conflictivas y que están a un precio desorbitado. Además, vienen de países lejanos y ahora llega el problema”, comenta sobre la situación actual.
Ante la mencionada subida de precio y el corte de Rusia, Esparza confirma que “mucha gente ha reactivado las calderas de casa”, y recoge que “la mayoría de las empresas tienen seis meses de lista de espera”. Incluso, ante la saturación de ellas, muchos navarros “echan mano de conocidos porque no dan a basto”.
Para la asociación esta noticia no es una sorpresa, ya que “desde el año pasado se veía” que podía pasar. “A la mayoría no le cuesta nada hacer acopio de leña, guardándola en el garaje o trastero. Mucha gente se ha dado cuenta ahora. Ha vuelto y puede volver para quedarse”, pronostica.
Esparza recuerda que además hay un impulso público a la madera como fuente de energía, como ocurre en la Txantrea con la construcción de una central de biomasa. “Se está poniendo de moda”, asegura.
TALA SOSTENIBLE
A pesar del reparo inicial que puede suponer utilizar madera como fuente energética, Esparza explica que la tala de árboles es un método sostenible. “La tala tiene una certificación PEFC (el sistema de certificación forestal más implantado a nivel internacional), y los guardas forestales marcan los árboles que se pueden. Tiene mala fama, pero ecológicamente hablando y comparándola con un combustible fósil la leña es mucho mejor”, expone.
“Se sacan árboles que ya tienen varios años y se replantan teniendo en cuenta muchos factores, como los animales. Por ejemplo, si se sabe que están viviendo visones pues no se tala allí”, continúa.
El 64% de Navarra es superficie forestal, y la comunidad cuenta con el mayor territorio certificado a nivel estatal. Esto hace que sea un lugar “autosuficiente” en la generación de leña. “E incluso se exporta a Gipuzkoa, donde han tenido problemas con enfermedad en un pino”, indica la gerente de Ademan.
La tecnología también ha evolucionado en este área, lo que permite un aprovechamiento máximo del combustible. “Ahora hay calderas de biomasa muy eficientes, que dejan un residuo mínimo. En el valle de Erro estaban instalando unas calderas alemanas súper eficientes, y se utiliza para el agua caliente y la calefacción, así como para las cocinas económicas, que también calientan toda la casa. Y muchas empresas han invertido para generar energía con sus residuos. Por ejemplo, en Sakana hay empresas que con el serrín y piezas que se generan utilizan la caldera. Ahora se opta por la biomasa”, sentencia.