El ambiente festivo, acompañado por música, disfraces y tradición, regresó el sábado a las calles de Olite. Los vecinos y vecinas de la localidad navarra, ataviados con sus disfraces rurales, celebraron el ya clásico carnaval con una jornada en la que destacó la afluencia de locales y también turistas que se acercaron a Olite para disfrutar del espectáculo visual.
Helena Pérez, Eider Landa y Maialen Hernández fueron las encargadas de leer el pregón que dio inicio a los festejo en la plaza de Carlos III el Noble. Las tres vecinas de Olite salieron al balcón en representación del grupo de dantzas Txibiri, organizador del evento y responsable de recuperar la tradición en la localidad, pues fueron ellos quienes en 1992 decidieron volver a festejar los actos del Carnaval Rural. La fiesta está datada en 1600 y se retomó gracias a la tesis de la olitense Cristina Bayona sobre el carnaval.
Como es tradición, el pregón recoge los acontecimientos más importantes del año y destaca lo acontecido en la localidad y fuera de ella desde el anterior carnaval. “Acercaos y escuchad, vecinos y forasteros, lo que os vengo a pregonar hoy dieciocho de febrero”, comenzó el pregón. El texto de año, denunció y reivindico temas como la guerra en Ucrania, catástrofes naturales, la violencia de género o la política.
Este pregón, explicaron las tres encargadas de leerlo, está escrito por una persona anónima que cada año lo deja en el Bar Katixa de Olite. “Nadie sabe quién es. Creemos que es la misma persona siempre, porque el patrón se repite. Cuenta las cosas que han pasado de forma irónica y reivindicativa”, aseguraron las jóvenes.
Sobre el personaje de Satán, el grupo de dantza también mantiene la incógnita sobre quién lo encarna. “Satán representaba todo lo malo, entonces cada año elegimos a una persona diferente para encarnarlo, manteniendo el secreto y que sea una persona apta para hacer el teatrillo de persona malvada”, añadieron.
Tras la lectura, los primeros compases de la karrikadantza animaron a los vecinos a bailar y los Karatulas formaron un corro, con Satán en el centro para bailar alrededor de él y mantearlo por los aires.
Jornada completa
Aunque el plato fuerte del carnaval fue la ronda de la tarde, que inundó las calles de Olite de música, baile y folklore, la jornada estuvo llena de actos durante todo el día.
Los festejos comenzaron a las 10.30 de la mañana con las dianas, de la mano de los txistularis del pueblo. La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Olite continuó con la fiesta en la ronda poteo, que comenzó a las 12.30 y en la que estuvieron acompañados por los gaiteros municipales. Además, los vecinos y vecinas de la localidad celebraron la comida popular en la carpa municipal antes de escuchar el pregón.
El carnaval de Olite no quedó aquí, ya que este domingo es el turno de la Fiesta de Carnaval organizada por la Asociación Las Fuenticas, dirigida a los más pequeños y pequeñas de la localidad. A partir de las 16.00 horas, en el Polideportivo del colegio, comenzará la fiesta con hinchables y merienda saludable para todos los asistentes.