Frenética traca final. A golpe de parodias, ingenio y humor transcurrió este lunes la jornada más loca de las fiestas de Oñati. Una vez más la Bixamon de Rosario hizo magia, en esta ocasión, resucitando a la reina Isabel II. El cortejo fúnebre con sus restos mortales cruzó el Canal de la Mancha para desembarcar en la localidad oñatiarra. Su hijo y sucesor en el trono británico, Carlos III, y la nueva reina consorte, Camila Parker, la guardia real, el mismísimo Elton John… dieron vida a la aplaudida puesta en escena. La monarca más longeva del Reino Unido paseó por las calles de Oñati antes de regresar al lugar de su descanso eterno, en el castillo de Windsor. Todo ello por obra y gracia de la Errosarixo Bixamona.
Colorista, divertida, desenfadada y multitudinaria. Después de dos años de obligada ausencia, la jornada de los disfraces volvió a demostrar su gran tirón y buena salud. En la pasarela de máscaras y ocurrentes trajes no faltaron los clásicos hippies, punkis, piratas e indios, junto con las casetas andaluzas, los entrañables circos, y los personajes de cuentos (Blancanieves y los siete enanitos) y de películas (la malvada Cruella de Vil).
El fallecimiento de Isabel II protagonizó, además, otras versiones como la ceremonia de coronación de Carlos III, en un día festivo en el que también desfilaron drag queens, se sirvieron canapés, cantó la tuna y se hizo un guiño a la panadería Eskolatxo que echó la persiana el pasado junio. Hubo un poco de todo. Oñati regresa este martes a la rutina tras seis consecutivos días de fiesta.