Con la llegada del buen tiempo aumentan los planes al aire libre y entre ellos no faltan las barbacoas en el campo. Mesas y sillas para comer, así como tumbonas para disfrutar después de un buen rato de charla o de una siesta a la sombra, forman parte de la logística necesaria si queremos estar en contacto con la naturaleza con una cierta comodidad.
A todo eso hay que sumar, cómo no, la comida y la bebida que vamos a consumir a lo largo del día. Ensaladas, picoteo, carne a la brasa, postres y café, todo ello regado con vino, cerveza, refrescos o agua fresca componen un buen menú para degustar a la intemperie.
Sin embargo, a veces surge un inconveniente. Si la jornada se prolonga desde la mañana hasta el atardecer, es difícil conservar la bebida fresca. Pues bien, hay una serie de trucos que nos van a permitir mantener las bebidas frías fuera de casa durante más tiempo.
Refrigeración sin nevera
Algunos de los trucos para mantener la bebida fría si no tenemos un congelador cerca son:
1- Congelación previa
Congela las latas o las botellas de cristal (siempre envueltas con papel para que no exploten) y mételas después en una bolsa isotérmica que las conserve frías durante dos o tres horas. Estas bolsas mantienen la temperatura entre los 2 y los 8 grados.
2- Un paño húmedo
Cubre el recipiente de la bebida con un paño húmedo, con una toalla o con papel de periódico y colócalo en un lugar sombrío a poder ser donde corra algo de brisa. A medida que el agua se evapore, el contenido se irá enfriando lentamente.
3- Barreño con hielo y sal
Coge un barreño grande y echa en él muchos cubitos de hielo, agua y una gran cantidad de sal (una cucharada sopera por cada cuenco de agua). Remueve todo para que se mezcle y los hielos se derretirán más deprisa por el efecto de la sal y el agua quedará helada. Al meter en ella las botellas o las latas, estas se enfriarán mucho y permanecerán frescas más tiempo.
4- Nevera portátil con hielo y sal
A veces te puede resultar más cómodo llevar el hielo, el agua y la sal en una nevera cerrada y al colocar la bebida en su interior obtendrás el mismo resultado.
5- En el río
Si tienes un río cerca, coloca la bebida directamente dentro del agua o en el interior de una nevera portátil sumergida hasta la mitad. Eso sí, cerciórate de que todo está bien sujeto para que no se lo lleve la corriente.
6- Bajo tierra
Si estás al aire libre, entierra la bebida en un lugar sombrío y la tierra húmeda ayudará a mantenerla fría; el inconveniente, que tarda más tiempo a dar resultado.
7- Bolsa térmica con hielo
Si no tienes nevera, puedes utilizar una bolsa de las que tienes para llevar el congelado desde la tienda hasta tu casa para que no se pierda la cadena del frío. Coloca el hielo y la bebida en la bolsa térmica y la tendrás fresca durante más tiempo.
8- En una fuente
Si cerca de donde estás comiendo hay una fuente con agua corriente fresca, puedes colocar durante unos minutos la bebida debajo del chorro.
9- Congelar las botellas parcialmente
Llena una botella hasta la mitad con la bebida que desees y métela al congelador. Cuando la botella esté congelada, complétala con el resto de la bebida que quieras mantener fría (agua, zumo, refresco...).
10 - Enfriamiento por evaporación
Coge un recipiente de barro y ponle arena para aislarlo térmicamente. Después echa agua y tapa con una toalla humedecida con agua fría. A medida que el agua se evapore, el interior del recipiente se irá enfriando y mantendrá la bebida fresca.
11- Spray de aire comprimido
Los sprays de aire comprimido que se suelen usar para limpiar los objetivos de las cámaras o los teclados del ordenador también sirven para mantener las bebidas frías. Agítalo bien y pulverízalo sobre el exterior de la lata o de la botella. El gas contenido en estos envases se libera a temperaturas bajo cero, lo que permite enfriar la bebida en muy poco tiempo.
La próxima vez que vayas a pasar el día al aire libre y no quieras renunciar a disfrutar de una bebida fresca en cualquier momento prueba con alguno de estos trucos. Te sorprenderán sus resultados.