El Cazoo Baskonia disputará mañana a partir de las 19.30 horas en Galdakao la Euskal Kopa frente al Bilbao Basket, un encuentro amistoso que, sin embargo, tendrá algo más de picante que los tres anteriores por el pique habitual de los derbis, pero sobre todo por cómo transcurrió la última edición del duelo organizado por la Federación Vasca de Baloncesto, de trágico recuerdo para la afición azulgrana.
Aquel encuentro sirvió como premonición de lo que posteriormente terminaría siendo una temporada desastrosa para el Baskonia y especialmente para Dusko Ivanovic, que perdió su asiento en el banquillo dos meses después del batacazo de la Euskal Kopa, en la que el cuadro alavés cayó derrotado por un abultado 93-68.
Es cierto que los azulgranas presentaban las bajas de Matt Costello, presente en el Afrobasket, y los lesionados Alec Peters y Sander Raieste, pero eso no los exculpa de la pésima imagen ofrecida en dicha Euskal Kopa, en la que el Bilbao Basket fue muy superior desde el principio y que sacó a relucir todas las carencias de un equipo que se las prometía muy felices tras haber contratado a estrellas como Fontecchio o Baldwin en el mercado de fichajes.
Pues bien, la única estrella recién fichada sobre el parqué fue Andrew Goudelock, que con una excelente carta de presentación de 20 puntos y 24 créditos de valoración hizo trizas la defensa gasteiztarra. Para alivio del Baskonia, el norteamericano no podrá hacer de las suyas esta vez, ya que ha sufrido recientemente una rotura del tendón rotuliano de su pierna izquierda que le mantendrá un largo tiempo alejado de las pistas. Tampoco estará presente Tomeu Rigo a causa de una rotura del ligamento cruzado anterior sufrida el pasado 8 de septiembre. Para suplir estas dos importantes bajas, el Bilbao Basket ha tenido que acudir al mercado para contratar respectivamente a los exteriores Adam Smith y Agustín Ubal, este segundo cedido por el Barcelona. Los protagonistas, por lo tanto, serán diferentes, aunque el morbo persiste.