Llámelo compasión, fatiga o exceso de confianza, pero por alguna razón el Baskonia sigue desaprovechando oportunidades de oro para sumar triunfos en las canchas de los equipos más asequibles de la Euroliga sobre el papel. En esta ocasión, el conjunto gasteiztarra fue incapaz de imponerse a un Armani Milán en depresión y sin varias de sus estrellas que encontró más facilidades que de costumbre para anotar y se encomendó a un resucitado Voigtmann a quien no le tembló el pulso a la hora de vertir un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de su exequipo.
Howard, que fue duda hasta el último momento, pudo estar finalmente disponible y fue de la partida junto a Thompson, Giedraitis, Hommes y Kotsar. El protagonismo en el arranque, sin embargo, no fue para él –de hecho, estuvo desaparecido hasta el final–, sino para Darius Thompson, que, viendo que la defensa del Armani se centraba en tapar las líneas de pase en las jugadas de bloqueo y continuación, se dedicó a convertir canastas mediante bombas en penetración para sumar diez de los primeros 14 puntos de los gasteiztarras. El Armani, por su parte, intentó atacar a Howard en el otro lado de la cancha y en ese sentido Baron logró hacer daño a los azulgranas, aunque en ningún momento uno de los dos equipos logró imponer su juego al del rival. Cerró mejor el cuarto el Armani con la energía de Tonut y Ricci, pero un triple de Marinkovic tras pase del debutante Heidegger permitió al Baskonia que la diferencia fuera mínima al término del primer cuarto (18-17).
En la reanudación, las dificultades de los alaveses persistieron, con un ataque espeso condicionado por su bajo acierto en el lanzamiento exterior. Afortunadamente, los locales tampoco estuvieron precisos en el lanzamiento y no consiguieron sacarle el máximo partido a los malos minutos del Baskonia, aunque sí fueron capaces de establecer una ventaja de 28-21, obra de Luwawu-Cabarrot tras una pérdida de Thompson, que obligó a Peñarroya a parar el encuentro. El discurso del catalán tuvo el efecto deseado, ya que los alaveses subieron una marcha en defensa y eso les permitió encontrar espacios en transición y encadenar un parcial de 2-9 en apenas dos minutos para igualar el choque a 30 puntos. Sin embargo, los triples que le siguieron sin entrar al Baskonia sí los anotó el exazulgrana Voigtmann, que logró distanciar a su equipo con dos dianas consecutivas para cerrar la primera mitad con una ventaja de 40-34.
Sin garra al final
Al regreso de vestuarios, los de Peñarroya salieron algo faltos de concentración y el Armani lo aprovechó para aumentar su ventaja hasta los nueve puntos por medio de los cortes a canasta de Voigtmann y Luwawu-Cabarrot a la espalda de la defensa azulgrana. Giedraitis, al ver que su equipo no encontraba el camino, dio un paso adelante en ataque con dos triples y lideró un parcial de 2-11 con el que el Baskonia devolvió la igualdad al electrónico (48-48). A partir de ese momento, llegaron unos buenos minutos de Enoch bajo ambos tableros e incluso Howard se sumó al cuadro de anotadores con un triple que puso al Baskonia por delante (58-60), pero la igualdad se mantuvo y el Armani, encomendado al juego en el poste de Brandon Davies, llegó al cuarto decisivo comandando por dos puntos.
En el inicio del último parcial, ambos equipos intentaron distanciarse en el marcador sin éxito, ya que cada estocada encontró respuesta en el otro lado de la cancha. Howard, consciente de que no tenía el día desde el perímetro, se centró en las penetraciones, mientras que Voigtmann y Giedraitis fueron los encargados de poner el acierto exterior. El interior alemán, de hecho, fue el encargado de comenzar a inclinar la balanza del lado local en el que ha sido su mejor partido de la temporada en Euroliga hasta el momento. Su triple sirvió para situar el 77-72 en el marcador a cuatro minutos del final y a partir de ahí el Baskonia remó, pero fue incapaz de neutralizar la ventaja lombarda. El desacierto exterior, sumado a las blandas defensas sobre uno de los equipos con más dificultades para anotar del torneo, allanaron el camino para el Armani, al que le bastó con manejar el reloj, ser agresivo en ataque y cargar el rebote ofensivo para llevarse con justicia el triunfo por 89-83. Los gasteiztarras deberán reflexionar y realizar muchas correcciones en defensa si no quieren llevarse otra decepción el próximo viernes contra el Panathinaikos.