Recientemente se dio a conocer la nómina de los establecimiento destacados con los Premios al Comercio Donostiarra, una convocatoria liderada por la concejalía de Impulso Económico y Comercio del Consistorio donostiarra vía Fomento de San Sebastián y contando con el respaldo del Gobierno Vasco y San Sebastian Shops.
Uno de los establecimientos destacados, en la categoría de Comercio Innovador, ha sido Origen que en su local de la plaza José María Sert oferta una amplia gama de productos de calidad, de proximidad y en, muchos casos, ecológicos.
“Hemos promocionado poco esta faceta nuestra de sostenibilidad”, destaca uno de los socios de la tienda, Álvaro Campuzano. “Minimizamos el uso del plástico e incluso pagamos más a proveedores que utilizan bioplásticos. Las bolsas son de papel o de algodón”, subraya.
Solo la forma de presentar esos arroces singulares, con setas, verde o de distintas variedades; infusiones, dulces, frutas deshidratadas, frutos secos, productos navideños, pasta artesana y especies varios, que se muestran en pequeños frascos casi como en una joyería, evidencian que en Origen lo que importa es garantizar que lo que allí se vende lleva el sello de calidad y, en ocasiones, casi de exclusividad.
Álvaro Campuzano y Josu Ozcoidi son los socios que guían un barco capitaneado, sobre el terreno, por Araiz Bravo, un equipo 100% donostiarra. “La idea surgió en la cola de un concierto de Bruce Springsteen. Se lo comenté a mi socio porque vi que este oferta, que si existía en otras ciudades, no estaba cubierta en Donostia. Luego llegó un trabajo muy exhaustivo de identificación de proveedores”, evoca Campuzano.
La oferta de Origen es sorprendente. Campuzano explica que quizá lo que más sorprende es el arroz verde, aunque en conjunto la “gran variedad de arroces” y las mezclas de estos con distintos ingredientes llaman mucho la atención a quienes entran en el establecimiento.
Productos singulares
“Hay productos tan peculiares como el mango con lima y fruta de la pasión, que se es como un snack y una forma alternativa de comer fruta; el sésamo con umeboshi, muy rico para aderezar ensaladas, una simple tortilla francesa o una tosta; o los anarcardos cubiertos de trufa, de ajonegro o de queso manchego”, sigue enumerando Campuzano.
“También muchos nos conocen como la tienda de las especias. Hay una pizzería de Donostia que compra el orégano aquí por lo bueno que es y porque hace falta usar menos cantidad por el aroma que tiene”, añade.
“Pero hay quien nos conoce como la tienda de las infusiones, ya que tenemos 50 variedades. Otras personas nos llaman la tienda de los chocolates y otras muchas, la de los frutos secos”, apostilla.
Se apuesta por la proximidad (hay mermeladas de Hernani, las cremas de frutos secos son de Cantabria y la alubia verdina, de Asturias, aunque el arroz vietnamita “viene de Vietnam), contribuye a disminuir “la huella de carbono” del transporte.
Se decantan por lo pequeño, como la marca granadina a la que compran las salsas picantes artesanas o la navarra que les surte de las distintas variedades de pasta “nido” ecológica: de albahaca, cúrcuma, pimiento de espelta...
Además del gusto, también el olfato y la vista son sentidos que se miman en este comercio, que sigue peleando por no perder su esencia, ese origen que le da el nombre.
Y no lo tienen fácil. Campuzano reivindica ese esfuerzo que realiza el comercio de proximidad por salir adelante y pone en valor, precisamente, ese cuidado en la selección del producto que, subraya, “no sale tan caro. Hay que pensar a cuánto sale cada ración de estos arroces semi preparados con mezclas de buena calidad, de esta pasta artesana. Se facilita comer bien y de forma sencilla. Si hay dudas para su preparación no hace falta más que preguntar”, destaca. “Una ración de arroz ecológico del delta del Ebro con trufa y boletus te sale por 1,50 euros”, lustra.
Su lema es “o inviertes en salud o gastarás en enfermedad”. De ahí el celo extremo en la selección de lo que se vende. “Quiero destacar que vienen muchos jóvenes, que aunque tengan igual menos capacidad adquisitiva apuestan por lo sano”, afirma Campuzano.
Para Navidad
“Solo hay que mirar por ejemplo, cuánto vale el kilo de especias. En las grandes superficies te las venden en frascos pequeños y te parece que son baratas. Aquí ves que cuestan 40 euros el kilo y te parecen caras, cuando el precio por kilo de esas que se comercializan en los supermercados es muchas veces mayor”, explica.
¿Y qué es lo más se vende? Pues uno de los productos estrella son los arándanos sin azúcar con un zumo de manzana, que se venden “a paladas”, que habitualmente se mezcla con yogur en los desayunos, aunque para quien las prefiera hay otras frutas deshidratadas, gran variedad, algunas cubiertas de chocolate.
A las puertas de Navidad, y por demanda de la clientela, Origen ha reservado un espacio a los productos típicos. “Nos pedían chocolate de calidad y aquí está, como este calendario de Adviento, cuyo precio quizá parezca elevado (cerca de 29 euros) pero que contiene 25 chocolates belgas de origen natural . También tenemos dulces navideños de Gijona”, abunda. Los panetones, variados, también son artesanos y llegan de Milán.
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Como producto que no se puede encontrar en otro punto de venta de Donostia están los helados de Yon Gallardo, heladero irunés “nombrado representante nacional para el Mundial de Heladería de 2024”. “Nos compra nuestro pistacho de Albacete para elaborar sus helados. Esto es economía circular”, puntualiza Campuzano.
“Nos han dado el premio al comercio sostenible y ahora hace falta que hagan sostenible el negocio”, concluye este joven y entusiasta emprendedor, quien reconoce que para seguir aguantando “hemos mantenido precios y nos estamos quedando sin margen porque, por ejemplo, la subida del transporte ha sido brutal”.