El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha zanjado este viernes que no va a dejar su acta de concejal después de tirar una botella "vacía" con la mano, sin siquiera haberle dado, al concejal de Más Madrid Eduardo Rubiño.
Ortega Smith también ha diferenciado este hecho de lo ocurrido con el exconcejal Daniel Viondi (PSOE), que pegó "una torta" al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, lo que sí es una "agresión física", en sus palabras.
El pleno de Cibeles de este viernes ha terminado con un confuso episodio, puesto que, después de hablar en el atril de la moción de censura de Pamplona, el también diputado nacional de Vox, Javier Ortega Smith se ha acercado al escaño de Eduardo Rubiño y, según el relato del líder de Vox, ha dado a una botella "vacía" que no ha llegado a tocar al concejal de Más Madrid después de que Rubiño le insultara.
Lo sucedido, que no se ve completamente en la señal del pleno que el Ayuntamiento sube a su canal de YouTube, ha llevado a los concejales de Más Madrid y del PSOE a abandonar el hemiciclo, y después a todos los portavoces municipales a hacer declaraciones en el hall del Palacio de Cibeles.
Ha sido allí donde Rita Maestre (portavoz de Más Madrid), José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la ciudad) y Reyes Maroto (portavoz del PSOE-M) han coincidido en que Ortega Smith debería dejar el acta, si bien la edil socialista ha ido más allá y ha pedido que deje también sus cargos orgánicos en Vox y su acta en el Congreso de los Diputados.
Cuando han hablado los tres ante la prensa, ha sido el turno de Ortega Smith, que ha dicho: "En el último punto, se ha llevado a cabo una mofa y un desprecio a las víctimas del terrorismo, diciendo que el pacto con la banda terrorista ETA -en alusión a la moción de censura pactada en Pamplona por el PSOE y EH Bildu- era un pacto que entraba dentro de las reglas del juego de la democracia".
El portavoz de Vox ha seguido explicando que, cuando pasaba al lado de uno de los portavoces de Más Madrid, recibió un insulto por su parte. "Esto, evidentemente, podríamos decir que entra dentro de la lógica del debate político, pero cuando se hace en el contexto de un insulto a las víctimas del terrorismo es absolutamente inaceptable".
Y ha añadido: "Ante eso, probablemente, como ser humano que soy, no debería haberle tirado la botella. Por cierto, estaba vacía. No ha habido agresión ninguna. Y lamento que algunos como el señor alcalde quieran remar políticamente y sacar algún tipo de rédito diciendo 'es inaceptable esa agresión'. Pero señor alcalde, que es usted abogado del Estado, por favor. ¿Qué agresión?"
"Que se ha caído una botella. Que he dado y ha caído una botella, que no le ha dado ni siquiera a él, que ha caído encima del escaño. ¿Qué le ha pasado? ¿Dónde está la agresión física? Porque lo que ocurre es que la izquierda no sabe cómo pedir perdón de las infamias que comete en cada una de las intervenciones".
Su conclusión es que ni va a dejar el acta de concejal ni va a dejar de "denunciar a esa izquierda echada al monte ni a esa derecha acobardada que no sabe siempre cómo ponerse de rodillas", para rematar su intervención deseando a los presentes una feliz navidad y a Rubiño, irónicamente, "que se recupere de sus graves lesiones".