Pablo Casado ha puesto dinamita en los puentes que pueden llevarlo hasta La Moncloa, y parece empeñado en volar por los aires sus opciones de pactar con el PNV, uno de los partidos centrales para forjar alianzas en el Congreso de los Diputados. El discurso que pronunció el líder del PP el fin de semana en la convención de Valencia, si se confirma como su línea de actuación política y marca una senda recentralizadora, lo separa totalmente del PNV. En su intento de arañar votos a la extrema derecha de Vox, Casado amenazó con revertir la transferencia de la gestión de las prisiones que acaba de asumir Euskadi y que Catalunya lleva años gestionando. El presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, ha cargado este lunes contra la "bravuconada" que supone su amenaza porque nada en la ley le permite dar marcha atrás en esta competencia. Pero esta deriva sí tendrá consecuencias políticas.
Ortuzar denunció su giro "a la extrema derecha", un discurso que hace inviable el acuerdo con el PNV y aboca a que haya "Gobierno de Pedro Sánchez por mucho tiempo", tal y como avisó en Radio Euskadi. Más allá del traspaso de prisiones, que siempre ha sido rechazado por el PP, Génova plantea ahora un giro hacia una hispanidad exacerbada y reforzar la unidad de España. Casado trata de recuperar el voto cedido a Vox, pero su estrategia es un arma de doble filo: es complicado que un partido alcance la mayoría absoluta y pueda gestionar sin apoyos el Gobierno español; y, a la hora de buscar respaldos, será imposible que seduzca con estos planteamientos al PNV o a los nacionalismos vasco y catalán en general.
Además, su mensaje puede espantar a los sectores más moderados y restarle voto de centro. Con su discurso, PP y PNV son ya como el agua y el aceite, como dos planetas a años luz de distancia, y Casado condena también a la irrelevancia a los populares en Euskadi y Catalunya. En el caso de la comunidad autónoma vasca, PP+C's ya se desmarcó la semana pasada del consenso prácticamente unánime del Parlamento Vasco que aprobó la creación de la agencia de reinserción laboral Aukerak. Trató de presentar su discrepancia como un mero tecnicismo porque el proyecto se tramitó por lectura única, y dijo que respalda la reinserción, pero es un hecho que quedó aislado con Vox en la oposición, con una ultraderecha que reclamó la gestión centralizada de las prisiones desde el Estado.
De hecho, el presidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, trató de matizar que está a favor del Estatuto pero que su partido estará "vigilante" para que no haya otras Lledoners (en alusión a la cárcel catalana que supuestamente ha dado trato de favor a los presos soberanistas, según el PP). Rechazó privilegios para los presos de ETA por un "pacto entre Sánchez y Bildu", según dijo en Onda Cero. También criticó a Ortuzar por "ridiculizar" al PP.
MÁS CERCA DE ORBÁN QUE DE MERKEL
Ortuzar avisó de que ha habido otros presidentes del PP en La Moncloa, como Aznar y Rajoy, y ninguno ha movido un dedo para retirar la competencia sobre las prisiones que tiene Catalunya desde la década de los ochenta, porque la ley "que sacralizan" lo impide. Por lo tanto, las palabras de Casado son una "bravuconada con muy poco valor". Pero sí admitió que este planteamiento revela un "corpus ideológico que nos pone en las antípodas". Cree que Casado se acerca más al húngaro Viktor Orbán que a la alemana Angela Merkel, que emula a la extrema derecha y, como no puede con Vox, quiere hacer el papel de Vox. Avisó de que nadie gana las elecciones en los extremos, y confía en que simplemente se dejara llevar por el ambiente de la plaza de toros y en el día a día haga otra cosa, porque estos mensajes perjudican también a la convivencia.
"Si no, va a haber Gobierno de Sánchez y los que le apoyamos por mucho tiempo", advirtió. Ortuzar lo justificó en que el PP plantea no ya cuatro o cinco recetas sobre fiscalidad o reformas sociolaborales, sino poner " patas arriba el sistema constitucional en el ámbito del Estado autonómico". Aclaró que el PNV no es fan de la Constitución, pero que el PP, que siempre dice reivindicarla, debería cuidarla más. EH Bildu coincidió en criticar esta contrarreforma, y Elkarrekin Podemos-IU denunció el "trumpismo" de Casado por boca de Miren Gorrotxategi en Onda Vasca.
EL PNV EXIGE A SÁNCHEZ CUMPLIR EL ESTATUTO
En paralelo, el PNV negocia los Presupuestos estatales del próximo año con el Gobierno español. En este terreno, las conversaciones se han intensificado en los últimos días, y fuentes de la Ejecutiva jeltzale consultadas por DEIA certifican que Sánchez quiere contar con sus votos. En este sentido, admiten que, desde el punto de vista cuantitativo, la fuerza del PNV es relativa en esta negociación, porque el Gobierno español podría lograr los apoyos por otras vías, con los votos de EH Bildu y los soberanistas catalanes de ERC y Junts. No obstante, desde el punto de vista cualitativo, los jeltzales aseguran que Sánchez quiere contar con sus votos por el mensaje que lanza al mundo de las empresas y por la autoridad que transmite en términos de estabilidad a otros agentes, según destacan.
De ahí que Sánchez vaya a hacer lo posible por contar con sus seis escaños en el Congreso de los Diputados, y las conversaciones se están redoblando. Hubo contactos y reuniones la semana pasada. En el centro del debate se sitúan la transferencia íntegra del Ingreso Mínimo Vital, la reactivación de las transferencias en general, y la licitación del soterramiento del Tren de Alta Velocidad.
Desde el PNV en el Congreso confirman estos contactos, que en principio arrancaron con la idea de alcanzar un acuerdo antes de presentar los Presupuestos en Consejo de Ministros, un pacto que permitiría dejar solucionado este flanco sin tener que fiarlo todo después a la presentación y aprobación de enmiendas. Ortuzar confió en que la próxima transferencia sea la del IMV, pero "habrá que convencer por arriba; Escrivá es un hombre que no dudo de que tenga conocimientos técnicos, pero con pocas habilidades políticas".
"Con quienes tenemos negociaciones es con el Gobierno, y el Gobierno tiene unos referentes", aclaró. No quiso hablar en términos de líneas rojas, pero no entendería que se le pida su apoyo a las Cuentas sin cumplir lo pactado previamente. También mencionó el TAV y la necesidad de "tener garantías" de que el Estatuto de Gernika se cumple en esta legislatura "y, por fin, tras 40 años, tendremos el Estatuto totalmente desarrollado". La legislatura, en principio, se prolongaría hasta enero de 2024, pero Ortuzar aclaró que, si hubiera voluntad política, se podría cerrar en un año.
EH BILDU EMPLAZA A SÁNCHEZ
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, por su parte, opinó que "la única opción" del Gobierno español para sacar adelante sus Presupuestos es pactar con la izquierda independentista. Según dijo en ETB-1, el diálogo está "en sus inicios" y hay contactos semanales, y la única opción sería la izquierda ahora que C's está completamente fuera de la negociación. Vio la oportunidad de "avanzar en los derechos sociales y económicos".