Política

Ortuzar desvela su futuro

El presidente del EBB del PNV, que acaba de cumplir 12 años al frente del partido, despejará en los próximos días si está dispuesto a asumir un cuarto mandato o da paso a otra generación en un contexto plagado de desafíos y polarización
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar / PNV

Actualizado hace 4 minutos

Puede haber intuiciones, sensaciones, y quizás algo más que eso entre quienes lo conocen de manera más íntima. Pero, por ahora, Andoni Ortuzar no ha comunicado oficialmente la decisión que ha tomado sobre su futuro en el PNV. El pasado domingo, el presidente del Euzkadi Buru Batzar cumplía doce años al frente del partido y, en los próximos días, desvelará cuál es su decisión. Todo apunta a que podría ocurrir este fin de semana. La barrera psicológica está situada en este domingo, antes de que empiece la primera vuelta de votaciones entre la militancia el próximo lunes 20 de enero.

Ortuzar, quien cumplirá 63 años el 13 de julio, ha llevado el timón del PNV con su característico olfato político y haciendo valer sus orígenes como periodista para dejar toda una antología de declaraciones con colmillo. Ha sido durante su mandato cuando el partido jeltzale ha alcanzado sus mayores cotas de representación institucional en la comunidad autónoma vasca, porque llegó a liderar al mismo tiempo el Gobierno, las tres diputaciones y las tres capitales. El PNV ha vivido una época dorada en el Estado e, incluso, pequeños partidos que iban surgiendo en otros territorios, así como otras sensibilidades nacionalistas con amplia trayectoria, se miraban en su espejo y querían emular su estructura y su estrategia. En los últimos tiempos, eso sí, le ha tocado navegar en aguas turbulentas por los efectos que ha dejado la pandemia en el comportamiento electoral de la ciudadanía y su nivel de exigencia, y también por la normalización de EH Bildu y su aceptación de las instituciones, que a su vez han provocado un empate sin precedentes a 27 escaños con el PNV en el Parlamento Vasco. Es una situación inédita ante la cual el PNV ha tenido que resistir.

El futuro de Ortuzar

Lo que tiene por delante el partido de Sabin Etxea son otros cuatro años de máxima intensidad, y también de desafío a su propia hegemonía. Por un lado, sigue al frente del Gobierno vasco y tiene mayoría absoluta con el PSE, gobierna en las tres diputaciones y dos de las tres capitales de la CAV, y sus votos son imprescindibles en el Congreso de los Diputados pero, por otro, se avecina una gestión complicada de la relación con EH Bildu en un momento en que la coalición abertzale está siendo astuta desde el punto de vista comunicativo para presentar un perfil pactista. Además, continúa la polarización descarnada en el Estado entre PSOE y PP, entre el bloque de la izquierda y la derecha, un debate que, por utilizar los propios términos del PNV, desposiciona a los jeltzales, que quieren mantenerse como un partido de centro, que solo se casa con Euskadi, e interclasista, capaz de calar entre amplias capas de la sociedad. Esta complicada situación es lo que da tintes trascendentales a la decisión de Ortuzar.

¿El PNV afrontará esta etapa impredecible, también a nivel mundial, con la experiencia de Ortuzar, que está curtido en mil batallas? ¿O dará paso a una nueva generación más joven, en consonancia con la renovación casi total que se ha completado en la Lehendakaritza y en las ejecutivas territoriales, donde solo ha repetido como líder el navarro Unai Hualde? Por el contrario, ¿esa renovación total hace que sea necesario mantener a Ortuzar como ancla?

¿Habrá pensando el presidente del EBB que en este entorno político inestable, en tiempos de desolación, es mejor no hacer mudanza, como dijo Xabier Arzalluz en la Asamblea de Zestoa? ¿O quizás cree que ha llegado el momento de la retirada al haber alcanzado 12 años de mandato, casi los mismos que Iñigo Urkullu cuando Imanol Pradales recogió su testigo, o como Itxaso Atutxa antes de dar paso a Iñigo Ansola en el BBB? Pero, ¿hasta qué punto es operativo un cambio de liderazgo si este es el año clave para cerrar todas las transferencias del Estatuto en virtud del pacto de investidura que firmó él mismo con el presidente español, Pedro Sánchez? ¿Tiene sentido que se vaya si hay que negociar un nuevo estatus de autogobierno y él ha explorado el sentir de cada grupo en una ronda discreta?

Todas estas preguntas llevan semanas o meses rondando la cabeza de muchos. En sentido estricto, el PNV siempre hace valer que tiene cantera, bajo el lema katea ez da eten. Decida lo que decida, además, lo hará sin presiones externas al margen del PNV, puesto que Arnaldo Otegi repetirá con toda probabilidad como coordinador general de EH Bildu aunque sea mayor que Ortuzar y aunque haya sido el eterno referente de la izquierda abertzale en las últimas décadas. El 6 de julio cumplirá 67 años.

Sin perpetuarse en el cargo, pero con escucha

¿Qué ha dicho Ortuzar? En alguna ocasión ha dejado ver que no se quiere perpetuar en el cargo y que, si de él dependiera, se iría para mover banquillo, como dijo en una entrevista que publicó en 2023 la revista Hermes, de Sabino Arana Fundazioa. Pero esa coletilla que solía citar en sus declaraciones, ese “si de mí dependiera”, parecía dejar una puerta abierta a seguir si se lo pedían y, volviendo al año 2025, en una reciente entrevista en El Diario Vasco, volvía a matizar que el 50% de la decisión que tomara se basaría en las opiniones que recibiera. A partir de ahí, volvieron a correr ríos de tinta preguntándose si la decisión no estaba tomada ya. ¿Estaba deslizando que había recibido inputs en otro sentido para que se quedara por un cuarto mandato? Por ahora, son solo especulaciones.

El contexto de la CAV y Nafarroa

En la comunidad autónoma vasca, Imanol Pradales le ha cogido la medida a sus responsabilidades como lehendakari en sus primeros seis meses de aterrizaje, liderando las iniciativas estratégicas. Pradales forma parte de esa nueva generación de líderes que se han impulsado desde el PNV y que pueden conectar más con las reivindicaciones relativas a la calidad de Osakidetza o el acceso a la vivienda. También se han renovado liderazgos a nivel foral y municipal, un proceso realizado bajo el mandato de Ortuzar.

En principio, el Gobierno vasco tiene la estabilidad garantizada con la mayoría absoluta de PNV y PSE. Pero eso no oculta que EH Bildu, empatada a 27 escaños con el PNV a pesar de haber quedado por debajo en número de votos, está empeñada en hacerse visible y ha sabido jugar sus cartas en las negociaciones presupuestarias: rechazó hasta cinco ofertas del Gobierno vasco, pero pactó las Cuentas, por ejemplo, en Bizkaia y Araba.

En Nafarroa, el PNV opera dentro de la coalición Geroa Bai y ocupa cargos de responsabilidad institucional como la presidencia del Parlamento, con el propio líder del NBB, Unai Hualde; la consejería de Desarrollo Económico, con Mikel Irujo Amezaga; o la alcaldía de Altsasu. Sin embargo, el proceso de paulatina normalización de EH Bildu por parte de los socialistas, necesitados de apoyos en el Congreso, le ha dado ya su responsabilidad más alta en este momento, la Alcaldía de Iruñea.

A nivel interno, el PNV ha completado la renovación de sus ejecutivas territoriales con la victoria de las candidaturas que se esperaba que alcanzaran el mayor consenso. No hubo sorpresas, aunque afloraron dos nombres alternativos en Bizkaia y Araba (en ese caso, uno muy conocido y con amplia trayectoria institucional, el exalcalde de Gasteiz y diputado foral Gorka Urtaran). De todos modos, el proceso se cerró sin cataclismos. Hubo críticas hacia el mecanismo de votación por parte de estas candidaturas que, no obstante, parece que no tienen pensado mover ninguna plancha para el EBB.

Madrid

El Estado sigue sumido en la inestabilidad por la ajustada mayoría de Sánchez, los casos judiciales abiertos, la ofensiva del PP, y las maniobras de Alberto Núñez Feijóo para escenificar que se atrae al PNV y a Junts a sus planes económicos. Al PNV no le queda otra que seguir con Sánchez porque no participará en ninguna operación de alcance en la que esté Vox. Además, ha lidiado con varias convocatorias electorales donde la polarización no le hizo ningún favor, como ocurrió con las generales y las europeas. Sin embargo, en el día a día, sigue exprimiendo sus escaños en el Congreso y cerró 2024 con la histórica devolución de la sede de París.

2025-01-15T18:29:31+01:00
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