Con la reforma laboral aprobada in extremis, por la mínima, votación equivocada incluida, el PNV espera que esta situación no se repita y que el Gobierno espñaol haya aprendido la lección. Andoni Ortuzar rechaza el apelativo que le pone la derecha a este Gobierno al que denomina 'Gobierno Frankestein". "Yo no lo creo. Lo que sí fue una mayoría Frankestein fue la del jueves pasado", señala y avisa, "espero que salga escaldado de esta situación y se de cuenta de que, le guste más o le guste menos, el esfuerzo con quien tiene que hacer por fraguar mayorías es con ERC y con el PNV que somos los que le garantizamos esas mayorías sin sobresaltos".
"Aprender la lección"
En este sentido y preguntado por qué le pediría al Gobierno de Pedro Sánchez, asegura que lo primero que debe es convencerse de que "este es el camino " y después "convencernos". "Que ha aprendido la lección y que no va a volver a pasar", resume.
Ortuzar ha desvelado que mientras el Ejecutivo negociaba con el PNV ya había en marcha un plan B "que algunos quieren que sea el plan A. Eso se nota en la negociación. Se lo dijimos a la ministra Yolanda Díaz, puede que no lo supiera pero había alguien fraguando otras mayorías", subraya. Primero, advierte, debe intenrtar acuerdos con ERC y con PNV. Eso sí, "de forma leal", matiza.
Agotar la legislatura
Mirando al futuro y al intenso calendario legislativo que tenemos por delante, Ortuzar asegura que la mayoría de la investidura no se ha terminado. "Salvo que el gobierno lo quiera, no. Por qué va a estar roto", se pregunta. "Nosotros queremos que la legislatura se agote para hacer cosas y dar pasos", asegura pero insiste, "el que se tiene que convencer es el Gobierno. Fue el que cambió el paso".
El presidente del EBB del PNV ha insistido mucho en que el PNV no estaba en contra del acuerdo sobre la reforma laboral firmado con sindicatos y patronal. "Queríamos votar que sí a la reforma laboral y pusimos una condición sencilla que no molestaba a nadie pero circunstancias internas de la CEOE hizo imposible que nos dieran satisfacción", explica. Y añade que estaban dispuestos incluso a que hubiera otro decreto posterior pero que tampoco pudo ser por la amenaza de Ciudadanos.
Asegura que la patronal ha presionado para que no se aceptara la petición del PNV y se pregunta qué va a pasar ahora con el SMI cuyas negociaciones empiezan hoy. "¿También aquí el gobierno va a aceptar lo que diga la patronal?", se pregunta. "No es un tema menor", subraya y no entiende que no pase nada si como todo indica, la patronal no firma una nueva subida. "Creo que las cosas no se han hecho bien", resume.
Convenios autonómicos
Preguntado por la posición en la que ahora quedan los convenios autonómicos es tajante. "Eso va a estar en la carpeta de negociación permanentemente. Lo vamos a seguir manteniendo", advierte y niega que esos convenios estén ahora protegidos. "No es verdad. Es un acuerdo privado entre patronal y sindicatos pero si cualquiera de las partes se marcha, se marcha y si alguien lo recurre a los tribunales desde fuera, las pasaría canutas ese acuerdo", advierte.
Mesa de diálogo social en Euskadi
Una de las consecuencias del no del PNV a la reforma laboral es el aplazamiento de la mesa de diálogo social en Euskadi. "Me he llevado disgusto", reconoce y asegura que las conversaciones con CCOO han sido constantes. "Le pediría que no se equivoque de adversario. El PNV no es ni adversario ni culpable", aclara y remarca que el " el PNV apoya al 100% la mesa de diálogo social de Euskadi. Por el PNV no va a ser que esa mesa de diálogo no avance".