En público, el equipo de Pedro Sánchez asegura que no está moviendo ficha para negociar la investidura porque respeta los procedimientos y ahora le toca el turno al popular Alberto Núñez Feijóo. Esto supone que el socialista no profundizará en las negociaciones con sus aliados potenciales hasta el viernes de la semana que viene, el día en que Feijóo intentará ser investido en segunda votación y su candidatura decaerá con toda probabilidad. En este contexto, el PNV ha vuelto a deslizar que, además de una cuestión meramente procedimental y de esperar a que le toque el turno, Sánchez está dejando correr el tiempo para que, por miedo a una repetición electoral en enero, los partidos acaben respaldando su investidura y ya se hablará más adelante sobre los compromisos concretos para la legislatura. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, se ha vuelto a rebelar contra este planteamiento y ha exigido que se negocie no solo la investidura, sino también el contenido de la legislatura, que debe pasar obligatoriamente por abrir el melón de las reivindicaciones nacionales de Euskadi y Catalunya. Por tanto, la investidura de Sánchez sigue en el aire y aún queda trabajo para evitar la repetición de los comicios.
Ortuzar ya había avisado en la entrevista concedida a este periódico de que es más importante negociar de antemano lo que pasará el día después de la investidura que esa simple votación en sí misma, y recalcó que Sánchez no puede ser presidente solo para que no gobiernen PP y Vox, sino para que sucedan cosas, se abran debates y se dote de contenido a la legislatura. Este lunes ha insistido en la misma idea en Radio Euskadi, donde ha afeado al PSOE que esté en un modo “wait and see, esperar y ver”, porque cree que “el tiempo corre a su favor” y que el resto de los partidos, por “miedo al abismo” de las elecciones, votarán a favor de la investidura “y luego ya hablaremos”. Pero avisó a Sánchez de que este planteamiento no es válido y de que el socialista “tendrá que decir para qué quiere ser elegido, en qué va a emplear los cuatro años”, y qué va a hacer con la cuestión del modelo territorial, especialmente con los contenciosos nacionales de Euskadi y Catalunya, donde cada una, además, requerirá una solución distinta.
“Da la sensación de que el PSOE y Sánchez solo quieren hablar de la investidura. El PNV quiere hablar de la investidura y la legislatura”, aclaró, para añadir que tiene la sensación de que Junts piensa como los jeltzales, una afirmación que no sostiene de manera gratuita, porque el viernes pasado mantuvo una reunión con Carles Puigdemont en Waterloo. “Sería un balance pobre que nos conformemos con que Sánchez sea elegido para que no venga un Gobierno de la derecha y la extrema derecha”, zanjó.
"Se pierde un tiempo precioso para negociar"
Ortuzar lamentó que, en esta “guerra de nervios”, se esté perdiendo un tiempo “precioso” para negociar. Y también criticó que se haya realizado una lectura tan negativa de su encuentro con Puigdemont en un momento en el que son necesarios todos los apoyos para la gobernabilidad del Estado. Además, redujo al absurdo las “leyendas fantasiosas” que están circulando sobre el contenido de la reunión de 20 minutos que mantuvo en el Parlamento Vasco con el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, aprovechando el pleno de política general. Recordó que su interlocución es frecuente aunque “no sirve de mucho” porque siempre acaban discutiendo, pero insistió en que es necesario hablar con todos y explicó que Otegi y él intercambiaron la información de la que disponen sobre el actual momento político. Aclaró que siempre ha defendido hablar con todos y que ha hablado con todos los partidos al máximo nivel, salvo con Vox. De hecho, habló con Feijóo la semana pasada porque el líder del PP intentó de nuevo que el PNV respalde su investidura. Ortuzar le anticipó otra vez que la negativa es inamovible.
El Gobierno con el PSE no se rompe
El tono duro que empleó Eneko Andueza en el pleno de política general del Parlamento Vasco celebrado la semana pasada molestó al PNV, pero no se le da mayor trascendencia en Sabin Etxea ni se considera siquiera remotamente que sea la antesala de una ruptura del Gobierno de coalición de Urkullu. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, recordó que el propio líder de los socialistas acabó moderando su discurso en las últimas réplicas (Andueza llegó a aclarar que PNV y PSE sí forman parte del mismo gobierno, y pidió que se le deje al menos por un momento optar a liderarlo). Por ello, Ortuzar realizó el mismo análisis que el lehendakari, que pidió mirar los discursos con la lupa electoral por la proximidad de los comicios autonómicos de primavera del año que viene. “Para algunos, fue el primer mitin de campaña de las vascas del año que viene”, coincidió Ortuzar, quien aclaró que la salida del PSE del gabinete “no es una hipótesis que tengamos ni remotamente”.
El propio presidente del EBB formaba parte del gabinete del lehendakari Ardanza cuando Nicolás Redondo tomó la decisión de salir del Gobierno vasco en 1998. “Pero de verdad que no es una hipótesis”, insistió, para añadir que Andueza terminó reconduciendo el discurso en el pleno para pronunciarse de manera más “ajustada” a la realidad. “Y lo di por bueno”, remató Ortuzar.
En cuanto a las dos jornadas de huelga convocadas por los sindicatos, salvo UGT, en el sector público vasco, Ortuzar consideró que es “triste” que esta sea la respuesta al ofrecimiento de diálogo y de mejora de los servicios que formuló el lehendakari Urkullu, aunque confió en que se puedan ir desactivando porque no están “justificadas”. “Veo al Gobierno, a las diputaciones y los ayuntamientos en un momento de relanzamiento de los servicios públicos”, dijo. Cuando se le preguntó si EH Bildu está detrás, matizó que no sabe si es así, pero que sí está “frotándose las manos”, porque estas convocatorias son una “caja de resonancia” para ese discurso que defiende que todo en Euskadi marcha mal.