Día mundial contra el cáncer de mama: la importancia de la detección precoz

Una inversión de casi 5 millones de euros permitirá que el próximo año 16 de los 20 equipos de mamografías de Osakidetza cuenten con la técnica de tomosíntesis, la más precisa para el diagnóstico del cáncer de mama, siendo el objetivo que en 2024 todas las pruebas sean digitales. El ritmo de realización de las pruebas, que experimentó una gran ralentización por la pandemia durante el 2020, se ha recuperado en este año de forma notable: hasta septiembre se relizaron 81.524 mamografías, cifra muy superior a las 50.829 mamografías del pasado ejercicio.

Desde que arrancó el Programa de Detección Precoz hace 26 años, se han detectado 11.000 tumores malignos en las más de 2,2 millones de mamografías realizadas en Euskadi, siendo un programa con un amplio grado de aceptación, como demuestra el hecho de que a lo largo de los años haya participado el 80% de la población a la que va dirigida. Se trata de pruebas que se repiten cada dos años para las mujeres de entre 50 y 69 años, así como a aquellas entre los 40 y los 49 años con antecedentes de cáncer de mama de primer grado (madre, hija o hermana). La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, pone en valor "la importancia de la detección precoz de la enfermedad para ayudar a las mujeres que lo sufren, porque el estadio precoz, es clave para el tratamiento".