El Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML) y Osakidetza colaborarán en la elaboración de un estudio genético que ayude a determinar la presencia de posibles factores de riesgo en familiares de personas fallecidas por muerte súbita. Se trata de un problema de salud de primer orden relacionado con dolencias cardiacas, que, en un importante porcentaje, presentan una base genética, según han explicado desde el departamento vasco de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y Osakidetza.
El IVNL y el Servicio de Vasco de Salud han suscrito este convenio de colaboración cuyo acuerdo confirma que a "a todos los familiares que lo deseen, se les realizará un estudio cardiológico completo".
Además, contempla la posibilidad de realizar otras pruebas como Holter, resonancia magnética, o pruebas de esfuerzo", a criterio de los cardiólogos, "según la sospecha clínica inicial sobre la patología cardíaca responsable de la muerte súbita" y la realización, a su vez, de un "detallado árbol familiar" en el que se incluirán hasta tres generaciones.
El anuncio de la firma de este convenio se ha llevado a cabo en el marco del segundo día de las Jornadas organizadas en el Palaco Euskalduna de Bilbao para conmemorar el 20 aniversario de la creación del Instituto Vasco de Medicina Legal, que desde el jueves se desarrollan en la capital vizcaina bajo el título "Hacia la mejora de la atención médico forense en el ámbito del IVML".
La muerte súbita no se destacta en las autopsias habituales
La muerte súbita es una tipología de muerte natural, inesperada en el tiempo y en la forma en la que se presenta, con un límite temporal de una hora entre el inicio de los síntomas y el fallecimiento.
Engloba también las muertes no presenciadas, o que ocurren durante el sueño, cuando estas personas habían sido vistas en buen estado de salud en las horas previas a su fallecimiento, y también casos de parada cardiorrespiratoria que son reanimados y evolucionan hacia la muerte cerebral.
En este sentido, el acuerdo se hace "imprescindible" desde el punto de vista preventivo ya que, tal y como se recoge en el documento, "son enfermedades imposibles de diagnosticar con los estudios necrópsicos habituales".
Dificil de detectar
Según han explicado desde el Gobierno vasco, el estudio clínico en cascada a familiares de primer grado, así como la genética en el probando, podría permitir la identificación de la causa. El estudio genético de familiares directos permitiría también identificar "a un número importante de efectos sobre los que incidir con tratamientos y recomendaciones adecuadas, y evitar nuevos eventos cardiovasculares en el futuro".
Profesionales de la Cardiología consideran que algunas enfermedades tienen base familiar, por lo que la autopsia forense podría ser "la única posibilidad de que la familia reciba un consejo clínico adecuado". El documento aconseja explícitamente que las familias "deberían ser derivadas a Unidades Clínicas de Cardiopatías Familiares de Osakidetza" y que "el estudio familiar debería incluir un análisis genético también en casos seleccionados".
Muy común en niños y jóvenes
El 12% de los fallecimientos por muerte súbita se produce de forma repentina, siendo la mayoría de ellos de origen cardíaco. Este fallecimiento es muy infrecuente entre menores y jóvenes, con una incidencia de entre 1 y 3 casos por cada 100.000 habitantes al año.
La causa más frecuente de muerte súbita cardiaca es la cardiopatía isquémica (80%), especialmente en mayores de 35 años. En jóvenes menores de 30 años sobresalen las enfermedades del miocardio y el síndrome de muerte súbita arrítmica o muerte súbita cardiaca en corazón estructuralmente normal. Otras causas detectadas son las anomalías del origen de las coronarias o la disección de aorta torácica.