donostia – La sexta ola sigue pulverizando los peores registros de toda la pandemia. El covid continúa disparado con 2.272 contagios en solo 24 horas, el máximo desde que estalló esta crisis sanitaria. Después de varias semanas por encima de los mil casos diarios detectados, y tras mes y medio acumulando subida tras subida, la incidencia es la más alta de toda la pandemia, con 1.042 casos por cien mil habitantes, una transmisión comunitaria descontrolada que fulmina récords.
La progresión del virus avanza sin ningún tope y, con estas cifras, se prevé que en cuatro o cinco jornadas el elevado número de contagios conlleve un notable aumento de los ingresos en hospitales y que en diez días las UCI acusen este impacto, con lo que las Unidades de Críticos podrían tener picos de ocupación. Esta tensión hospitalaria podría además suponer el aplazamiento de cirugías no urgentes. Una situación que ya se da en los centros de salud.
De hecho, las Unidades de Críticos están viviendo los peores momentos en los últimos meses. Ya hay más camas ocupadas que hace un año y los enfermos graves con coronavirus se elevan a 100, es decir, atienden a nueve más que el pasado domingo y 27 más de los que permanecían en Intensivos hace solo una semana. Este registro del centenar de enfermos muy graves no se contabilizaba desde finales del mes de mayo.
Reprogramar cirugías
A pesar de que hay 288 camas UCI preparadas, el temor es que se haga necesario un cambio de escenario. Y es que el escenario dos podría superarse en breve y pasarse al escenario 3 que conllevaría no poder atender otras enfermedades y obligaría a aplazar o reprogramar intervenciones quirúrgicas no urgentes. El plan de contingencia de Osakidetza evalúa de forma constante la situación hospitalaria y, con los hospitales vascos trabajando en red, se evitarían los colapsos porque se puede desplazar y derivar pacientes de un centro a otro de la CAV.
Actualmente en planta hay hospitalizados 299 pacientes y 45 personas tuvieron que ser ingresadas con covid este pasado miércoles, doce más que el día anterior.
Porque la presión asistencial no cesa y esta sexta ola ya ha obligado a posponer las consultas de seguimiento a crónicos y las citas no urgentes en la Atención Primaria. Además, se han vuelto a multiplicar las consultas telefónicas. Todo ello sin que todavía haya hecho mella en Euskadi la nueva variante ómicron (se han detectado seis casos), que en otras zonas de Europa está obligando a liberar un gran número de camas para atender el impacto de esta cepa.
Con Gipuzkoa encabezando los peores datos del ranking, otro indicador que no hace prever una mejoría en el corto plazo es el número reproductivo básico, que indica a cuántas personas puede contagiar un enfermo. En Euskadi se sitúa en el 1,22 y lleva creciendo ininterrumpidamente desde hace una semana. Los más de 2.200 positivos detectados el miércoles suponen una positividad del 13,7%, de nuevo barriendo todos los umbrales aconsejados por la OMS. Además, el 73,4% de los casos se sigue escapando al radar de los rastreadores.
Por grupos de edad, los no vacunados, es decir, de cero a nueve años, siguen siendo los que más incidencia acumulan, con 1.745 casos por 100.000 menores, seguido del grupo de entre 40 y 49 años, con 1.369 casos. Dada la elevada transmisión entre los más pequeños, el número de aulas de centros educativos vascos clausuradas tras detectarse casos de covid ha vuelto a aumentar y ha pasado de las 256 que había el miércoles a las 277 del jueves.
Un total de 558.619 vascos ha recibido ya la tercera dosis de la vacuna, 57.942 más que el pasado lunes. Asimismo, la población con la pauta completa de vacunación supera el 90% en todas las franjas de edad por encima de los 40 años, mientras que los jóvenes de 20 a 29 años, los que presentan una tasa más baja, han alcanzado el 80,8%, según el último boletín de vacunación.
sobrecarga en atención primaria
Con una cantidad ingente de positivos cada día, la sobrecarga en Atención Primaria es evidente. Por ello, trabajadores de Osakidetza se concentraron ayer para pedir más medios y personal porque la escasez denunciada en los últimos años se ha acentuado con la pandemia. La delegada de ELA, Yolanda Riaño, explicó que este servicio ya atravesaba una "situación muy precaria" y no contaba con personal suficiente para "asumir el día a día" antes del covid, pero ahora se ha agravado esa necesidad de recursos. Se trata de una situación que afecta a todas las categorías profesionales. Así, relató, que los médicos atienden a 17 pacientes de forma presencial y por teléfono al resto, hasta 45 cada día.
Las enfermeras, por su parte, "están dejando de hacer muchas cosas" y dedican parte de su agenda a hacer test de antígenos, pruebas PCR y vacunaciones contra el covid, con lo que, entre otras cuestiones, "el seguimiento a crónicos no se puede hacer".
25.000 dosis extras. Gracias a la exigencia del certificado covid, hay avances tímidos en la vacunación. En los últimos tres días, Osakidetza ha puesto casi 4.000 primeras dosis. El goteo es lento, pero desde que se anunció su implantación, 25.000 personas han comenzado su pauta.
Rezagados. La vacunación ha crecido en todas las edades pero sobre todo en la franja entre 15 y 17, y fundamentalmente entre 20 y 30 años, los más rezagados, que no alcanzan el 90% de la media.