Osasuna se volvió a ejercitar ayer jueves, pero, como novedad, lo hizo en el estadio de El Sadar, escenario en el que el lunes 3 de enero estrenará el año 2022 recibiendo al Athletic a partir de las 21.00 horas, un encuentro para el que los rojillos cuentan, de momento, con seis bajas. Y es que en la sesión matinal a puerta cerrada no participaron Iñigo Pérez, Chimy Ávila, Manu Sánchez, Darko Brasanac y Barbero, todos ellos fuera de juego por covid, mientras que Jesús Areso no podrá jugar en un buen tiempo después de que el pasado 8 de diciembre fuera operado con éxito de una fractura del extremo distal del peroné derecho, lesión que se produjo en un lance de un entrenamiento.
La buena noticia es que, por segundo día consecutivo, Ante Budimir y Kike García, ausentes ambos en el último choque liguero de Osasuna por dar positivo en coronavirus, volvieron a trabajar con el grupo y todo apunta a que, salvo contratiempos, estarán a disposición de Jagoba Arrasate para el duelo contra el cuadro bilbaíno, al igual que Aridane, que también se perdió el partido contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez por culpa del maldito bicho.
También trabajaron junto a los futbolistas sanos del primer equipo dos miembros del filial, el portero Darío Ramos, que debutó en Copa en el campo del San Agustín del Guadalix, y Unai Dufur, que se coló en la lista para la eliminatoria copera contra el Deportivo en Riazor, pero que dio positivo en covid en vísperas de viajar a La Coruña.
En estas circusntacias, y comparando la situación del conjunto navarro con la de otros equipos de Primera División, Osasuna puede incluso presumir de contar únicamente con seis bajas para su duelo liguero del lunes, aunque se trata de una cifra que puede variar en los próximos días, tanto al alza como a la baja. ¿Los motivos? Que la enfermedad anda por ahí pululando y amenazando a medio mundo, aunque también es cierto que con el cambio de protocolos aprobados el pasado miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud podría producirse algún alta de última hora que el técnico agradecería. Y es que las cuarentenas para los casos positivos se han reducido de 10 a siete días, lo que podría acelerar la reincoporación al grupo de alguno de los afectados.
En cualquier caso, Arrasate trabajó ayer con lo que tiene y lo seguirá haciendo el sábado 1 de enero, ya que para el viernes 31 de diciembre ha concedido fiesta a sus pupilos para que despidan bien el año, aunque con precaución, y vuelvan todos sanos y descansados.