Osasuna | La Liga también es un reto

Osasuna ya ha alcanzado el estatus de equipo aspirante a conseguir más que el notable en la Liga, sin olvidar nunca que la permanencia da la nota principal para el curso en Primera División, y por esto se juega esta tarde puntos muy importantes frente al Atlético de Madrid, trascendentes también. La clasificación y los méritos antes de este último partido de la primera vuelta señalan que el conjunto madrileño, cuarto en la tabla, es un rival directo de los rojillos, que empatarían con los de Simeone en el caso de una victoria. Es decir, la cita con el Atlético es literalmente un choque por todo lo alto, otro encuentro de nivel en una semana llena de emociones, además frente a un rival que viene colérico y necesitado tras una eliminación de la Copa con su innegable punto de polémica –enfado por el maltrato arbitral en casa del Real Madrid–.

Jagoba Arrasate mete hoy en su coctelera el ánimo hinchado de sus jugadores y el estado físico de algunos futbolistas del grupo. La autoconfianza se gestiona sola mientras se sepa mantener los pies en el suelo, mientras que las secuelas de un calendario de locos y de una temporada con muchos partidos a cuestas –el séptimo de los rojillos en enero, el octavo en menos de un mes– necesitan un trato particular. La enfermería marca sus tiempos propios, como también el depósito de las fuerzas de los jugadores, aunque en esto sí puede incidir el entrenador. Del partido del miércoles ante el Sevilla salió malparado Aimar Oroz. El canterano está en la convocatoria, pero el entrenador no ocultó que está entre algodones por culpa de un golpe en el tobillo que le ha impedido trabajar con normalidad. Aimar es uno de esos futbolistas que deben ser recuperados para lo que viene y que quizás necesite algún mimo extra.

El entrenador rojillo dejó en la segunda unidad en el encuentro de Copa contra el Sevilla a hombres como Darko, Abde, Budimir, Aridane, Diego Moreno o Rubén García y varios de ellos hicieron méritos más que suficientes para estar esta tarde entre los elegidos. Arrasate ha conseguido un grupo con un buen número de jugadores con, en algunos casos, casi idénticas opciones de estar en las alineaciones, lo que le otorga un reconfortante margen de maniobra.

Para esta tarde habrá las consabidas rotaciones sin olvidar que hay futbolistas que andan finos que tendrán un sitio pese al trabajo extra. El Chimy lleva dos goles en los dos últimos partidos –en Liga con el Elche y en Copa con el Sevilla– y Arrasate se felicitó ayer de contar con él tras que prosperara el recurso que le quitó la quinta amarilla y le permite jugar. Abde, el torbellino del miércoles, tiene ante sí un partido grande en el que mostrar su habilidad para la agitación.

El Atlético llega a este partido tras haber sido eliminado de la Copa ante el Real Madrid en un partido que escuece, porque hubo remontada y polémicas decisiones arbitrales que le perjudicaron. Simeone no puede contar para la cita con Savic, que sufre un golpe desde el derbi de Copa, y que se suma a la ausencia ya conocida de Marcos Llorente. El Atlético cuenta con un equipazo y, molestos o no, hay tipos como Griezmann, Morata, el campeón del mundo De Paul, Carrasco, Depay que pueden complicarle le vida a cualquiera. Pelear con los de arriba no es nada sencillo.