El jugador padece centenares de 'odiadores' en sus redes sociales por sus posicionamientos personales
el programa de La Sexta Equipo de Investigación trató el fin de semana la lacra de los haters, término que denomina a los odiadores que, en las redes sociales, muestran su rechazo a determinados colectivos a través de comentarios y publicaciones. El reportaje trataba sobre estos individuos en distintos ámbitos y en el deportivo, un campo de acción estupendo para el desarrollo de actuaciones exagerada, el futbolista de Osasuna Rubén García fue uno de los protagonistas.
El centrocampista rojillo es un tipo activo en las redes sociales y, además de ocurrente y con sentido del humor, nunca ha ocultado su implicación por causas de índole social o colectivos minoritarios o arrinconados en el día a día. Rubén García indicó que cuando se significa por alguna causa, hasta 300 odiadores se abalanzan sobre su cuenta personal para insultarle y amenazarle.
El osasunista cuenta con 50.000 seguidores en las redes sociales. "Empecé con las redes sociales en torno a 2012, coincidiendo con mi llegada al fútbol profesional", explica en el reportaje. "Puedo tener 40 ó 50 comentarios, pero cuando hay un partido o algún otro momento, se alargan a 200 ó 300". El futbolista de Osasuna cuenta que los comentarios se disparan cuando se significa a favor de iniciativas en las que adeopta una clara toma de postura. Rubén cuenta que fue "bastante criticado" cuando mostró su apoyo al colectivo LGTBI. "Cuando subí una foto con una pulsera con la bandera LGTBI, que es lo más característico, y en el Día de la Mujer me pinté las uñas y, desde entonces, he recibido insultos de todo tipo y comentarios homófobos, sobre todo en Twitter", denunció en el programa.
"Eres un maricón y una vergüenza para el fútbol profesional. A ver si consigues atención por tu rendimiento en el campo y no por estas mariconadas. Arriba España", enseña uno de los comentarios de una cuenta con foto falsa –de Abascal–.
Rubén García ya expuso en las redes sociales precisamente su hartazgo por este tipo de acciones que se desarrollan con absoluta impunidad. "Debemos en algún momento reflexionar y buscar entre todos una solución para no dar cobijo en rrss (redes sociales) a las personas que bajo el anonimato buscan generar dolor. No quiero dar voz a estos usuarios que solo buscan eso, su momento de placer al sentir que consiguen generar daño a los demás. Yo personalmente los silencio, ya que si conseguimos que nadie les escuche/lea pensarán que no tiene sentido seguir con ello, ojalá", dijo a principios de año.