Decía Kobe Bryant que la Mamba Mentality que tan famosa hizo era “una constante búsqueda para intentar ser mejor de lo que fuiste ayer”. Y estaría bien que los rojillos se lo aplicasen para la vuelta de este tedioso parón de casi dos meses.
Y es que los rojillos tienen pinta de que pueden estar arriba (dentro de lo que es arriba para Osasuna) pero tienen que mostrar la idea de la primera mitad. El empate de Pedri según arrancó el segundo tiempo sembró de dudas a un equipo que había sido superior en la primera mitad a otro cuyo gasto en Rapinha es más que el presupuesto del club navarro.
Pero la expulsión (clara, por cierto) de Lewandowski provocó un efecto completamente contrario al que debería. Osasuna mitigó ese énfasis que había mostrado hasta entonces. Incluso se puede decir que ya antes del descanso había dado algún síntoma preocupante cuando llegó el gol anulado a Ferrán.
Osasuna debe de ser ambicioso. Y no para hablar de Europa ni de nada, sino para ir a por cada partido. Básicamente porque ha demostrado que puede plantar cara a cualquiera y donde quiera.
Lo dijo David al acabar el partido: “Me voy muy enfadado a casa, no hemos ido a por el segundo gol, hemos dejado de presionar alto y les hemos dejado pensar”. Es bueno que uno de los capitanes y mejores jugadores de la plantilla diga eso, la plantilla debe irse satisfecha con 23 puntos pero, como dijo Jagoba Arrasate, “podría ser mejor”.
Osasuna necesita impregnarse de esa mentalidad que mostraba el recordado Kobe. El primer tramo de la temporada ha estado de sobresaliente y se ha rozado la matrícula de honor, el segundo hay que intentar que sea mejor.
P.D: Aún queda la Copa, que nadie se olvide de ella, que sería también un bonito objetivo que ya va siendo hora que se le dé la importancia que tiene para generar ilusión en la afición rojilla.