La confianza y el optimismo continúan muy presentes en el vestuario del Amorebieta. Óscar Gil (Peralta, 14-VI-1995), uno de los pilares del equipo para Iñigo Vélez de Mendizabal y Haritz Mujika, confía en que las buenas sensaciones del colectivo se transformen en puntos en las cinco últimas jornadas a fin de apretar las tuercas lo máximo posible a dos históricos como Málaga y Sporting de Gijón. Ambos marcan los puestos de permanencia con siete puntos de ventaja respecto a los azules y pueden acusar la presión a ojos del central de Peralta, quien ya vivió en sus carnes el amargo adiós del Bilbao Athletic a LaLiga SmartBank en el curso 2015-16.
Perdieron la pasada semana contra el Sanse, pero siguen a siete puntos de la permanencia al caer también Málaga y Sporting. Del mal el menos.
—Sí, nosotros hicimos un partido para ganar incluso, pero se juntaron varias cosas, perdimos y sabemos que esta semana solo vale sumar los tres puntos.
¿Qué ambiente se respira dentro del vestuario?
—Tenemos sensaciones encontradas. Por una parte, sentimos cierta decepción al venir haciendo partidos buenos como para sacar más puntos, pero vemos que no es suficiente y que no nos está dando. Por otra parte, en cambio, tenemos la conciencia tranquila al saber que estamos haciendo todo lo posible y que lo que está pasando no es por falta de actitud o mal juego, así que estamos motivados porque si podemos ganar el domingo y los demás fallan, se comprimirá todo bastante más.
Lo que está claro es que les toca volver a levantarse de inmediato tras el último revés en el Reale Arena.
—Cuando te toca estar abajo en la clasificación y pierdes hay veces que los demás también fallan, por lo que se premian mucho las victorias. Últimamente estamos ganando en casa y sacar los tres puntos este domingo no solo nos permitiría sumar a nosotros, sino que prácticamente dejaríamos al Fuenlabrada fuera de la pelea. Después hay dos equipos muy importantes como el Sporting y el Málaga a los que creo que les entrarían más las dudas si conseguimos acercarnos a ellos.
Con solo quince puntos en juego, ya no pueden fallar más.
—Así es. Estamos a siete puntos y quedan quince, por lo que prácticamente hay que recuperar la mitad de puntos y no hay margen de error. Aun así, todo puede cambiar mucho, porque si ganamos al Fuenlabrada y Málaga o Sporting no consiguen hacerlo este fin de semana, todo se vería de otra forma.
Van a recibir a un rival que parece tocado y prácticamente hundido.
—Sí, porque en su último partido iban ganando 2-0 en el minuto 80 y parecía que se metían en la pelea con nosotros, pero se les fue el partido y ganarles sería dejarles sin opciones ya. Es un buen momento para dar un golpe y demostrar que vamos a intentarlo hasta el final. Esperemos mantener las buenas sensaciones y concretarlas en puntos.
Que nadie piense que el Amorebieta va a tirar la toalla.
—Desde luego. Estamos convencidos de que hay opciones de salvarnos y lo decimos de verdad. De los cinco partidos que quedan tres son en casa, contamos con ellos y tanto el Málaga como el Sporting tienen una presión muy grande.
¿Qué significaría para usted salvar la categoría en el plano personal y profesional?
—Es el objetivo que teníamos todos desde el principio de temporada y conseguirlo generaría, además, una cierta estabilidad pensando en el año que viene, aunque eso ahora mismo está un poco lejos. Lo importante es estar centrados en estos partidos.
¿A nivel individual cree que se ha reivindicado?
—Sí, la verdad es que estoy contento, pero solo en parte. Mis sensaciones en el campo son buenas, también en cuanto a minutos jugados, pero esto va por resultados.
¿Tiene clavada todavía la espina del descenso con el Bilbao Athletic en 2016?
—Sí, aunque son sensaciones totalmente diferentes. Aquel año había mucha inexperiencia y jugábamos muy bien, pero a nivel competitivo las sensaciones no eran tan positivas como esta temporada, en la que hemos competido bien prácticamente desde el comienzo. Con el Bilbao Athletic descendimos con menos puntos de los que tenemos ahora en la clasificación y esta vez estoy convencido de que vamos a llegar con opciones a la última jornada.
Al igual que este año, entonces también completó una campaña notable a las órdenes de José Ángel Ziganda, pero no le sirvió para alcanzar el primer equipo.
—La verdad es que creo que estuve muy bien, al igual que en la siguiente pretemporada con ellos, pero en ese momento Ernesto Valverde decidió apostar por Yeray y me tocó salir cedido. Aun así, estoy contento tanto con ese año como con este, los dos en los que más regularidad he tenido en Segunda.
¿Qué nota le pondría a este Amorebieta en las 37 jornadas completadas?
—No sabría poner una nota objetiva, aunque creo que debería ser buena. Nos falta terminar de lograr el objetivo, pero hemos sorprendido a mucha gente. Lo primero, por ser todos de aquí, lo cual tiene mucho mérito en una liga tan competitiva como la Segunda División, mientras que también hemos demostrado competitividad y valentía contra muchos equipos que tenían el objetivo de subir a Primera.
Antes ha comentado que el partido del domingo ante el Fuenlabrada es un buen momento para dar un golpe en la mesa. ¿Qué mensaje manda a la afición?
—Ellos saben todo lo que hay en juego y uno de los motivos de que estemos bien en casa es el apoyo que nos dan. Todo el que pueda acudir a Lezama el domingo a las 14.00 horas que no se lo piense y vaya, porque vamos a dejarnos todo para intentar conseguir esa salvación que todos queremos.
"Si ganamos al Fuenlabrada y Málaga o Sporting no consiguen hacerlo, todo se vería de otra forma"
"Nos falta terminar de lograr el objetivo, pero hemos sorprendido a mucha gente; lo primero, por ser todos de aquí"