El diputado de EH Bildu, Oskar Matute, ha calificado como "paso necesario" y "condición necesaria, pero no suficiente" para una posible investidura de Pedro Sánchez que la Mesa del Congreso, tras el apoyo de Junts al PSOE, esté liderada por la socialista Francina Armengol.
"Ahora queda lo realmente complicado, unas semanas intensas de picos de sierra, con momentos en los que pueda parecer que está más cerca un gobierno progresista y plurinacional, y otros en los que parezca mas lejano", ha señalado en una entrevista en Onda Vasca.
"Estamos ante un inicio, no está todo hecho, pero estamos encaminados en una buena dirección. Ahora es el gobierno el que tiene que ser audaz y valiente, y si no lo es, gobernarán las derechas", ha añadido.
Matute ha recordado que para la composición de la Mesa del Congreso la coalición soberanista no puso ninguna condición, "como dijimos desde el minuto uno", con el objetivo de que pudiera existir la posibilidad de un gobierno alternativo a las derechas, y a su juicio, si la presidencia estuviera en mano del PP "ahora mismo hablaríamos de una repetición electoral".
También ha calificado de manera positiva que, por primera vez, se usaran diferentes lenguas en el Hemiciclo sin que nadie fuera reprendido por ella, "y esto ya es algo novedoso". "Normalizar el uso de las diferentes lenguas ya es novedoso, aunque el alcance y dimensión que le puede dar cada uno a este hecho es el que estime oportuno", ha mantenido.
"Pero al final, una legislatura son diferentes hitos: mesa, investidura... y luego hay presupuestos, leyes, que afectan a los derechos y las libertades de los vascas y las vascas, y ahí será donde seremos exigentes", ha dicho.
Asimismo ha valorado "positivamente" la inclusión de Junts en el denominado como bloque progresista. "La oportunidad que se abría con los resultados del 23-J apelaba a la responsabilidad de todos y todas las que no queremos gobiernos de PP y VOX y sí hacer políticas audaces y valientes, como abordar un debate sobre el modelo territorial, que es algo pendiente".
En cualquier caso, ha dicho que el debate no debería centrarse en la propia palabra "amnistía", sino en acabar con la "judicialización" del 1-O y ante la que se encuentran Carles Puigdemont "y miles de personas que formaron parte de los CDR y participaron en bloqueos de carreteras". "Esto es lo que hay que superar con dialogo, y no represión, al calor de una aplicación casi cuartelera del articulo 155".
"No hay que hacer que la palabra amnistía se convierta en un casus belli por parte de la derecha y provoque una línea de fractura que impida ser audaz, olvidémonos de la palabra y avancemos en la resolución de los muchos conflictos que existen en el Estado español, como el derecho a decidir con cauces democráticos", ha agregado.
Asimismo ha apuntado que al PSOE "no le queda otra que negociar con nosotros, somos un actor político más, tan legitimo como cualquiera, sino más", y ha recordado que en las elecciones del 23-J tanto PSOE como EH Bildu han subido en número de votos.
En cualquier caso, ha reconocido que con los números que hay "la legislatura no va a ser fácil", ya que dentro del propio bloque progresista hay formaciones que están más cerca de la izquierda, y otras del centro político, "aunque estamos ante un esfuerzo que puede merecer la pena, estamos para ser instrumentos que mejoren la vida de las personas y protejan a la gente y sus derechos", ha mantenido.