EH Bildu ha aparcado el perfil más rupturista que ha caracterizado durante décadas a la izquierda abertzale en la ponencia para su Congreso de febrero, porque plantea que, en el camino hacia la soberanía, se respeten los tres ámbitos administrativos en los que se divide el pueblo vasco (la CAV, Nafarroa e Iparralde) y se tengan en cuenta sus diferentes ritmos. Asume la posición que ha defendido históricamente el PNV para recuperar poco a poco los espacios de soberanía, aunque la propia izquierda abertzale lo había criticado y se había opuesto contra viento y marea. No respaldó el Estatuto de Gernika de 1979 por no incluir a Nafarroa, y el propio Arnaldo Otegi se pronunciaría años después en sede parlamentaria en contra de cualquier proceso que no contara con el conjunto de los territorios, un proceso que no avalaría “ni ahora ni nunca”. Pero quienes esperasen una explicación de EH Bildu sobre este giro de proporciones históricas no la han obtenido. Y no la han conseguido porque Arnaldo Otegi niega la mayor: a su juicio, su posición siempre ha sido “gradual”, lo que supone negar que haya existido un viraje y obviar toda esta trayectoria. Obviarlo le permite evitar una imagen de rectificación o hacer una enmienda a la totalidad de su propia trayectoria.
El debate salió a colación en una entrevista en Radio Euskadi, donde le preguntaron por su apuesta confederal. Otegi vino a decir que no es nuevo, que ya lo propusieron en la ponencia del nuevo estatus (en el debate parlamentario que se sustanció antes del coronavirus) y, a partir de ahí, optó por la negación: “Yo sé que hay gente que se sorprende porque dice, bueno, ustedes están ahora en un proceso gradual. Siempre lo hemos estado. No creemos que exista la posibilidad de ir directamente a la independencia en un acto unilateral y único, salvo que se produzcan unas condiciones que nosotros no vemos en el horizonte”.
Otegi se puede agarrar a un formalismo, a que estaba hablando de EH Bildu, fundada a partir de 2011, y no estaba hablando de la izquierda abertzale histórica. Sin embargo, la izquierda abertzale encarnada por Sortu sigue siendo el socio más influyente dentro de EH Bildu, el propio Otegi es el coordinador general de la coalición y, además, con esta coalición ya en marcha, él mismo seguía apostando por la independencia unilateral y la verbalizó durante el proceso soberanista catalán, que quería imitar. Otegi podría argumentar que en ese momento sí se daban las condiciones de las que hablaba este martes, pero en 2016 no estaba realizando un análisis coyuntural, sino que, por convicción, aseguró que la “democratización” del Estado español era “harto improbable” y presentó la independencia unilateral como la única salida posible porque la vía pactada no era viable. “No es el camino que uno elija, sino el que a uno le dejan”, decía entonces.
Otegi obvia todos estos pronunciamientos, y también el momento en que Miren Zabaleta predijo la independencia vasca para 2026, prácticamente a la vuelta de la esquina. El viraje posibilista había comenzado en 2014, con Hasier Arraiz, en el momento en que aceptaron participar en el debate del estatus aunque solo afectara a la CAV. Pero, incluso tras ese viraje, el estallido del procés provocó que se retomara el discurso de la independencia unilateral, hasta que los líderes soberanistas fueron encarcelados. Y, todo ello, con Bildu ya constituida.
La propuesta de reconocimiento nacional
Otegi defendió este martes el modelo confederal. “Empecemos por reconocer que Euskal Herria es una nación de siete territorios, y empecemos a caminar, empecemos por respetar que Euskal Herria es una nación y tiene derechos nacionales”, recalcó. Cuando le preguntaron si esto supone que la independencia se pospone, respondió que llegará “cuando la gente decida que la quiere”. En ese sentido, añadió de manera irónica que todo el mundo dice ahora que el apoyo a la independencia está bajando en las encuestas, de manera que el Estado no debería temer que los vascos se pronuncien. “¿Cuál es el problema para que se regule una consulta si todo el mundo parece que votaría que quiere ser España? Yo estoy dispuesto a perder”, dijo, para animar a hacer la prueba.
Sobre la posibilidad de pedirle esta consulta al actual presidente español, Pedro Sánchez, volvió a medir sus palabras: “Tampoco es que vayamos a plantear una consulta independentista inmediatamente. Queremos hacer cumbre, que es la república vasca, y ahora tenemos un campamento base, en la CAV y Nafarroa. La etapa final es hacer cumbre cuando el pueblo por mayoría quiera ser independiente”.
Sin ponencia
EH Bildu también ha cambiado de criterio sobre la ponencia del nuevo estatus de autogobierno. Su entonces candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, había apostado antes de las elecciones de abril por retomar en el primer trimestre de la legislatura vasca este foro parlamentario. Otegi asegura ahora que los grandes acuerdos se han hecho siempre al margen de los focos, y recordó, por ejemplo, que cada vez que habla el socialista Eneko Andueza “sube el pan” porque habla para los suyos.