Oteros, Lorritxo y Pititurri. Secretos en la Sierra de Badaia

Muy cerca de Vitoria-Gasteiz se encuentra la sierra de Badaia. Muy reconocible por su parque eólico instalado en ella presenta una formación de meseta lo que salvado el desnivel la hace muy accesible para una gran variedad de usos. Hoy vamos a recorrer parte de ella desde la localidad de Zuhatzu-Kuartango. Tanto la sierra como esta pequeña población tienen tesoros que hoy vamos a sacar a luz

DATOS PRINCIPALES

· Kilómetros: 14,49 km

· Desnivel positivo: 496+

· Duración: corriendo 1:40h / Caminar - correr: 2:10h / Senderismo 2:50h

DESCRIPCIÓN

La sierra de Badaia es especial por muchas razones. Por su cercanía a la capital alavesa, ha propiciado un intenso uso de esta: actividades de pastoreo, agricultura, tala... Todas ellas demostrables desde hace milenios gracias a los monumentos megalíticos presentes. Además, también se ha usado como espacio de ocio y por la expansión de la ciudad también como reserva de uso industrial, como, por ejemplo, extracción de cantería, roca caliza, sobre todo, explotación de recursos hídricos con varios puntos de surgencia y por supuesto actividades energéticas con la instalación del parque eólico.

Hoy recorreremos una buena parte observando lo antes citado, pero también descubriendo otras cosas quizás no tan conocidas u obvias. Para ello en lugar de subir por Iruña de Oca, Montevite o Hueto, vamos a acceder a la meseta superior de la sierra desde la pequeña localidad de Zuhatzu-Kuartango. Esta modesta localidad de la cuadrilla de Añana crece en población y experiencias. Buena prueba de ello es la actividad de la Gran Kedada Rural, prevista para este próximo mes de septiembre, pero con dos ediciones en 2022 y 2023 respectivamente con gran éxito.

Precisamente partimos del antiguo balneario, que data de 1870 y que permaneció abierto 80 años hasta que se transformó en internado por parte de los Salesianos. En la actualidad forma parte del municipio y acoge tanto a empresas con un proyecto llamado Kuartango Lab que intenta atraer a estas al mundo rural, con el coworking, y además con ludoteca, gimnasio, y salones multiusos.

Desde aquí, donde podemos dejar nuestro vehículo, cruzamos con mucho cuidado la carretera y nos dirigimos a la parte del pueblo que esta pegada a la sierra. Rápidamente dejamos el suelo asfaltado para con un giro a la derecha entrar en terreno propio de montaña. Durante todo este tramo, que vamos poco a poco remontando la pared que está continuamente a nuestra izquierda, podemos ir viendo cómo, al ganar altura, también vamos ganando visibilidad del valle.

Al principio tan solo se veía, además de la parte alta de la sierra de Badaia, la parte superior de la sierra de Arkamu, y cómo no, el impresionante Marinda con su silueta cónica, que pertenece a la sierra de Gibixo. Pero a medida que ascendemos podemos observar la totalidad de la sierra de Arkamu, toda la sierra de Gibixo, el espectacular paso de Subijana, que separa Badaia de Arkamu ,y en un día claro incluso el macizo montañoso que separa Álava de Burgos, donde se encuentran cimas como Raso o Risca.

Parecía en un primer momento que la subida iba a ser muy dura por el desnivel positivo a salvar, pero gracias que el camino va recorriendo de forma longitudinal la falda de la sierra, este se hace hasta corto. En la parte final dejamos la ladera herbosa para continuar por una zona con bastante presencia de piedra. Esto incluso nos facilita la ascensión, ya que son apoyos cómodos gracias a los cuales nos encaramamos a la parte alta de la muralla que afrontábamos kilómetros atrás.

LLEGADA A LA MESETA

Estamos en el portillo de Azkarate. Este va a ser nuestro punto de entrada en la meseta superior de la Sierra de Badaia. Es una meseta no completamente llana, ya que presenta colinas y vaguadas, pero se puede decir que es bastante llana. El paisaje cambia por completo y pasamos de terreno abrupto con mucha vegetación a un paraje abierto con muy pocos árboles, debido a un incendio que ocurrió a mediados del siglo XX, e infinidad de pasto. Por eso es muy frecuente toparnos con bastante ganadería. Sobre todo, vacas y caballos disfrutan de estos extensos prados donde alimentarse sin problema.

Nos dirigimos, de frente, hacía unos de los molinos que forman parte del parque eólico que se sitúa aquí arriba, más en concreto al que se encuentra en la colina más alta de todas. Allí encontraremos la cima de Oteros (1036 m.) donde antiguamente había un castillo. Abandonamos la cumbre para ir hacia nuestro segundo destino en línea recta siguiendo la pista. A mitad de camino nos podríamos desviar a la derecha para llegar a la cueva de Torcaladron, que con cuidado podemos visitar sin mayor problema.

REFUGIO DE ASKEGI

En breve llegamos a Lorritxo (1025 m.) desde donde tenemos una espectacular vista de Gasteiz. Y continuamos recto por la pista para tras un pequeño zigzag llegar al refugio de Askegi. Este refugio se usa una vez al año, el 13 de junio, para hacer una romería el día de San Antonio. A su vez aprovechan ese evento para ajustar cuentas entre los pastores. También es reseñable la presencia de túmulos a su alrededor, lo que hace presuponer la existencia de poblados en la antigüedad.

Dejamos atrás el refugio y prácticamente en línea recta por las campas llegamos al corte de la sierra, precisamente en la última cota del día, Pititurri (1016m.). Justo debajo de nosotros se encuentra la población de Zuhatzu-Kuartango, hacia donde vamos a descender. Para ello seguimos la línea de la sierra hacia nuestra derecha y a lo lejos, ya visible desde Pititurri, vemos el lugar por donde vamos a bajar. Mientras nos deleitamos con las vistas del valle accedemos al portillo de Eza. Tras unos primeros metros empinados, la pendiente se modera y por una pista sencilla al abrigo del bosque llegamos al final de la ruta, nuevamente en el antiguo balneario de Kuartango.