Baskonia pasó por encima del Obradoiro ayer tarde en el Buesa Arena. Otra vez un showtime completo -solo el Gran Canaria puede ponerse a su altura esta temporada- y 110-94, que tuvo un inicio arrollador. El partido ya quedaba resuelto para el primer cuarto con un 34-9 para deleite de la afición azulgrana.
Enrabietada por cómo le había salido todo durante la última semana, la escuadra baskonista fue un rodillo que pasó por encima de los de Moncho Fernández desde la primera jugada. Todo lo bien que entraron unos, entraron mal los otros. Ya a partir del segundo período, el choque cogió una velocidad de crucero en el que el triunfo no corría peligro para los locales -si bien es cierto que el 'Obra' se puso un momento a ocho durante el tercer cuarto- mientras los santiagueses buscaban maquillar en la medida de lo posible el marcador final, siendo la decimotercera vez que en este curso se alcanza el triple dígito en los 31 partidos disputados hasta ahora en Zurbano.
La de ayer fue la primera gran actuación de Max Heidegger en Gasteiz. El californiano firmó, en apenas medio partido en cancha, 26 puntos, tres rebotes y cinco asistencias. En el bando gallego, Kassius Robertson salvó la honra ofreciendo un recital, yéndose hasta los 44 puntos, pero nada secundado por sus compañeros,
Joan Peñarroya, hoy también de celebración festejando su 54 cumpleaños, daba por bien empleado el trabajo de sus hombres de camino hacia el título ligero. "Sabíamos que teníamos que empezar muy bien y nuestra entrada ha sido muy buena a todos los niveles. Después no hemos mantenido la tensión defensiva y hemos anotado con facilidad. Nos viene bien esta victoria para afianzar esta posición de privilegio" que continúa compartida con el Barcelona, que venció en Granada, mientras el Real Madrid sigue de cerca la estela de ambos tras imponerse al Girona. Próxima estación, Fuenlabrada, este domingo a las 20 horas.