Pello Otxandiano se ha disculpado este jueves por el efecto que han tenido en las víctimas sus palabras sobre ETA tras su negativa a calificarla como organización terrorista. El candidato de EH Bildu a lehendakari pidió perdón a los ofendidos pero no corrigió sus palabras, es decir, no realizó unas declaraciones más ambiciosas para calificar lo que supuso ETA más allá del discurso oficial de la izquierda abertzale. En una entrevista concedida a Radio Euskadi, aseguró que esa definición de ETA debe ser el fruto de un proceso multilateral y no unilateral, y trató de alejarlo del contexto electoral. Pudo parecer un intento de resolver la papeleta y llegar a las elecciones vascas del domingo sin pisar más charcos tras una polémica que ha dado un vuelco a la campaña.
Otxandiano comenzó su respuesta expresando su “respeto absoluto y cercanía al dolor de todas las víctimas y, en especial, a las víctimas de ETA”. Trató de poner en valor que la izquierda abertzale está “dando pasos, ¿insuficientes?, seguramente sí, pero esto trata precisamente de encontrarnos en un camino dando pasos insuficientes”. “Una de las tradiciones políticas que hoy pertenece a EH Bildu fue agente de dolor en el pasado, después fue parte de la solución, y hoy creo que EH Bildu está en disposición de ser agente de la reconciliación; y prueba de ello es que en mis listas hay gente amenazada por ETA en su día”, dijo, en referencia al exjuez Manuel Díaz de Rábago.
¿Estaba reconociendo que se quedó corto cuando calificó a ETA como “grupo armado que puede tener diversas consideraciones”? No llegó a ese punto. En una entrevista concedida el miércoles en Telebilbao, aseguró que se arrepiente de haber dado esa respuesta a la cadena Ser, pero porque cree que se ha usado de forma electoralista. Por lo tanto, puso más el peso en el coste electoral de sus palabras. De hecho, siguió sin calificar a ETA como organización terrorista y se refirió a ella como “una trayectoria de 60 años”, donde fue “una resistencia antifranquista al inicio”. Sí reconoció que su “trayectoria” debió haber terminado “muchísimo antes”, pero culpó al Estado y a sus servicios de inteligencia porque, a su juicio, les interesaba que ETA siguiera en activo.
Los pasos, tras las elecciones
En Radio Euskadi, le preguntaron qué pasos hay que dar, pero lo dejó abierto: “Faltan muchas cosas, seguramente, pero la interpelación no puede ser unilateral, esto tiene que ser un proceso multilateral”. Desde su punto de vista, “es un trabajo que tenemos que hacer de manera conjunta, tiene que ser un ejercicio multilateral, poliédrico”. En todos estos años, a la izquierda abertzale se le ha pedido un pronunciamiento expreso y categórico sobre la injusticia de la violencia, porque es el sector político que ha justificado los atentados de ETA o que ha contribuido al clima de hostigamiento.
Aseguró que, si consigue ser lehendakari, asume “en persona” la labor de “llevar este proceso hasta el final”. “Si con esas palabras yo pude herir la sensibilidad de las víctimas de ETA, pido perdón”, dijo. A partir de ahí, no quiso concretar esos pasos. “Veremos después de las elecciones”, zanjó. Trató de darle la vuelta al debate y presentar a su coalición como víctima de esta discusión: “La semana pasada, un representante de un partido no nacionalista que va en listas dijo a un representante de Bildu que nos preparásemos para esta semana porque iban a venir con todo contra nosotros”.
AVT y Covite no se lo creen
Asociaciones de víctimas como la AVT y Covite no le dieron credibilidad. “Su perdón no es creíble mientras sus palabras no se conviertan en hechos”, dijo Covite, para recordar que “siguen sin decir que matar estuvo mal”. La AVT lo consideró un “falso perdón parecido al que piden los presos para obtener beneficios”, una cortina de humo para ocultar “lo que hay detrás de esta supuesta izquierda prometedora”.