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Otxandiano se estrenó en alemán

Pradales y Otxandiano conversan en el Parlamento. | FOTO: EFE

Estuvo bien Pello Otxandiano en el debate de investidura de Imanol Pradales, al que acudió a presentar su liderazgo de oposición. Fue farragoso, sí; y se hizo largo hasta la extremaunción en su hora y media de usufructo del estrado. Pero su discurso sobre el diagnóstico y los retos de futuro del país es difícil de rebatir. De hecho, hay que ir a la letra pequeña para diferenciarlo del diagnóstico de Pradales.

No es un orador apasionado el ideólogo de Sortu y EH Bildu pero a cambio es ortodoxo en sus ideas y se hace entender. Se agradece, aunque solo sea por comparación con lo que le pudimos escuchar a Javier Andrés, que casi pretendió convencernos de que el rechazo del PP a las ayudas sociales de la RGI es porque, dijo, hacen a los ancianos de 80 años ir a cobrar a Lanbide.

Pero, volviendo al líder de la oposición, entre la sucesión de aproximaciones, una sugerencia de Otxandiano sí me hizo interesarme algo más. Fue cuando ponderó el modelo de participación ciudadana de Ostbelgien (sic) como modelo alternativo a la actual institucionalización –es decir, al Parlamento y el sistema de representación–. Luego me enteré de que Ostbelgien es Bélgica Oriental –que podía hacerlo dicho así o Belgika Ekialdea–, pero se ve que tiene más empaque dicho en alemán, lengua de los 80.000 habitantes de esta región. Allí tienen un Consejo Ciudadano compuesto por 24 personas que deciden los temas que debe analizar una Asamblea Ciudadana de 50 durante varios fines de semana para enviar recomendaciones a un Parlamento regional, que no tiene obligación de atenderlas. Dice el Observatorio Internacional sobre Democracia Participativa que tiene una tasa de aceptación del 10%, "lo cual es un nivel alto", asegura. Luego me acordé de la ronda de partidos antes de la investidura que anunció el propio Otxandiano que haría. Se ve que en esa ronda ha hecho un sinpa.

24/06/2024