EH Bildu ha confirmado este viernes de manera oficial que su portavoz Pello Otxandiano mantendrá una reunión con la patronal Confebask el próximo lunes en el marco de la ronda de contactos de carácter económico que ha puesto en marcha su cabeza de cartel. EH Bildu explicó en una nota que el objetivo de la reunión será “compartir el análisis respecto al nuevo ciclo económico” y trasladar a la patronal “su visión sobre los diferentes temas en agenda como son la fiscalidad, la negociación por un SMI propio o la política industrial”. Su delegación la compondrán Pello Otxandiano; la coportavoz parlamentaria y secretaria de Programa, Nerea Kortajarena; el responsable de industria dentro del partido, Ander Goikoetxea.
Esta no es la primera reunión que mantienen la patronal y EH Bildu. El deshielo comenzó en 2018, con la primera reunión entre Confebask y Arnaldo Otegi, que en décadas anteriores hubiera sido impensable en un contexto de violencia. Aunque desde entonces se ha apostado por preservar la interlocución dentro de los cauces del respeto mutuo, han sido evidentes las limitaciones de esta estrategia de acercamiento por las diferencias de enfoque entre ambas partes, el cuestionamiento histórico de la izquierda abertzale de terminados proyectos económicos y, en la actualidad, una apuesta marcada por la intervención de lo público que, aunque Otxandiano trate de equipararla con el proyecto de fondo soberano del Gobierno vasco o la apuesta del PNV por la colaboración público-privada, sigue generando desconfianzas. Está previsto que Otxandiano haga declaraciones tras el encuentro.
Desencuentros
La cita se produce en un momento en el que EH Bildu trata de escenificar su alternativa y presentarse como una opción de gobierno más centrada aunque, hasta el momento, no se ha producido ningún acuerdo significativo con el Gobierno vasco y ha despreciado la revisión fiscal que han pactado PNV y PSE con Podemos por considerar que se queda corta. Pero la patronal ha interpretado que ese acuerdo fiscal la perjudica, y tampoco quiere participar en la negociación para instaurar un salario mínimo vasco acorde al nivel de vida en la comunidad autónoma, lo que da una medida de lo antagónicos que van a ser los proyectos de ambas partes en la cita.