Paciencia para conseguir la guinda

El cierre del mercado de fichajes de verano se acerca y son muchos los equipos que apuran estos últimos días para cerrar sus plantillas. El Deportivo Alavés también trabaja a contrarreloj para poder dar a Luis García Plaza las piezas que necesita y redondear así un plantel que a estas alturas está algo justo de efectivos.

El técnico madrileño ya lo ha señalado en más de una ocasión y confía en que el club concrete esas incorporaciones con las que dotar del necesario fondo de armario al conjunto babazorro para una competición tan larga y exigente como es la segunda División.

En estos momentos, la escuadra albiazul cuenta con 18 fichas profesionales y aún tiene siete dorsales libres con los que podría completar su plantilla. Uno de ellos es el cinco que ha portado un icono como Víctor Laguardia desde su llegada en el verano de 2014. La no renovación del central maño en el eje de la zaga ha dejado un hueco en la línea defensiva.

En estos momentos, el Alavés cuenta con tres centrales puros –Sedlar, Maras y Abqar– y el cuerpo técnico aspira a contar con un cuarto ya que su objetivo es tener dobladas todas las posiciones. Queda claro que faltan efectivos en defensa y ese debería ser uno de los puestos a reforzar de aquí a que concluya el mercado de fichajes el próximo 1 de septiembre, bien con el jugador zaragozano u otro que colme las expectativas del club y cuerpo técnico.

Habrá que esperar. Y en esas está el club, que no quiere precipitarse. El limite salarial no le deja mucho margen de maniobra a la hora de lanzarse al mercado a fichar y prefiere aguardar en busca de una ganga que satisfaga sus pretensiones. Así lo ha hecho en estas últimas temporadas. Paciencia. Esa ha sido la clave en el pasado reciente y también lo será en este de cara a tratar de poner las guindas a la plantilla.

Peleteiro llegó un día antes del cierre de mercado. | FOTO: A.L.

El fichaje de Magallanes se produjo sobre la bocina.

Un 2021 tranquilo

Salvo el año pasado, en el que los últimos días de mercado resultaron muy tranquilos para el Deportivo Alavés, en los cuatro anteriores sí que hubo que destacar movimientos relevantes. En el zoco de fichajes del curso 2021-22, la última contratación del conjunto albiazul fue la del delantero Miguel De la Fuente, quien llegó el 23 de agosto y ya no se produjo movimiento alguno en los ocho días siguientes. Tranquilidad absoluta.

Sin embargo, eso no fue así en las cuatro campañas anteriores, en las que el Deportivo Alavés consiguió sonados refuerzos al borde de la campana. Días agitados como los del ejercicio 2020-21. Esta temporada por culpa de la pandemia el cierre de mercado no se produjo el 31 de agosto como es habitual, sino que se trasladó al 5 de octubre. Pues bien, el día 3 llegó el defensa portugués Tomás Tavares y un día más tarde el mediapunta Jota Peleteiro.

Brasanac llegó cedido en el cierre de mercado.

Horas de infarto en 2019

Moviditos también fueron los últimos días del mercado veraniego de la temporada 2019-20, el último de ellos sobre todo. El club albiazul consiguió cerrar poco antes de la medianoche la incorporación del central argentino Lisandro Magallanes y se quedó a un paso de fichar también a Majeed Waris.

Sin embargo, el delantero del Oporto, que llegaría a Mendizorroza en calidad de cedido e incluso había pasado el reconocimiento médico en Gasteiz, no pudo ser inscrito en la plantilla albiazul a última hora porque con su fichaje el club de Mendizorroza rebasaba el límite salarial permitido. No pudo ser. Al menos, en esos últimos y ajetreados días de mercado, el Deportivo Alavés ya había cerrado otra incorporación, la del centrocampista escocés Oliver Burke.

Intensas también fueron las últimas horas del mercado estival de fichajes de la campaña 2018-19. El Deportivo Alavés consiguió prácticamente sobre la bocina la cesión de un centrocampista contrastado y de calidad como Darko Brasanac, ahora en las filas de Osasuna.

La paciencia de la secretaría técnica de la entidad del Paseo de Cervantes permitió hacerse a última hora con un mediocentro muy codiciado, hasta el punto de que incluso Quique Setién no quería bajo ningún concepto que saliera de la entidad verdiblanca. El balcánico cumplió con lo que se esperaba de él y no en vano se convirtió en una de las piezas más utilizadas del Alavés durante ese curso.

Munir cerró los fichajes en agosto de 2017.

El 2017, el más productivo

Pues bien, si en estos años hubo traspasos que destacar en los últimos días, lo sucedido en el verano de 2017 supera con creces a los citados anteriormente. Sin lugar a dudas, ese tramo final de esa ventana de fichajes fue de los más productivos de la historia reciente del Alavés. Y es que en menos de un plazo de 24 horas, el conjunto babazorro consiguió tres refuerzos, dos de ellos de renombre.

El 30 de agosto el club cerró la cesión de Bojan Krkic procedente del Stoke City y un día más tarde consiguió también a préstamo traer hasta Mendizorroza a Álvaro Medrán desde Valencia y a una figura de relumbrón como Munir El Haddadi, cedido por el Barcelona. Llegadas de última hora, muchas de las cuales sorprendieron. La clave fue aguardar el momento preciso. Tener paciencia, al igual que este año. El Deportivo Alavés espera agazapado su oportunidad.

Además, el hecho de haber empezado de forma brillante la temporada puede suponer un punto a su favor. El cuadro babazorro se ha situado en el escaparate y se ha convertido en un destino interesante y atractivo para varios futbolistas que no tengan sitio en algunos de los superpoblados equipos de Primera, que deberán soltar lastre de aquí al cierre de mercado.

De la Fuente, última incorporación de 2021. | FOTO: A. L.