PACMA pide retirar los narcisos del Paseo de Francia por ser "tóxicos"

El candidato a la alcaldía de Donostia por el Partido Animalista PACMA, Asier Esparza, ha pedido por escrito al Ayuntamiento de Donostia que retire los narcisos plantados en el Paseo de Francia de la capital guipuzcoana porque son "plantas tóxicas para personas y animales".

Esparza considera que se debería haber "consultado sobre la idoneidad de estas plantas para decorar nuestra ciudad, ya que no se trata solo de una cuestión éstética, sino también de seguridad y responsabilidad". En este sentido, "excepto para los pájaros", Esparza precisa que son "planta muy tóxicas" e incide en que se han plantado en una zona "muy transitada". Considera, además, que se deberían tomar "medidas de precaución tras la retirada de las vallas metálicas que separaban la plantación".

Las vallas, no obstante, se colocan para evitar que los perros dañen los bulbos antes de su floración y, cuando esta tiene lugar, se retiran para que las donostiarras y visitantes pueda disfrutar de las flores sin impedimentos.

Molestias estomacales

"Según diversos estudios, los narcisos contienen productos químicos tóxicos como alcaloides, glucósidos y oxalatos, que se encuentran en mayor concentración en el bulbo. Estos pueden causar graves molestias estomacales a los animales y personas que ingieran cualquier parte de la planta. Los síntomas principales son vómitos y diarrea, pero también pueden provocar convulsiones e incluso la muerte", recalca el cabeza de lista de PACMA. “Se estima que una dosis letal para un perro de 10 kg sería de unos 15 gramos de bulbo. Además, los narcisos también pueden irritar la piel y las mucosas de animales con solo tocarlas o de las personas que los manipulen con las manos desnudas”, añade.

Por todo ello, el coordinador ha pedido "la retirada definitiva de los bulbos y su sustitución por otras plantas más seguras".

No obstante, el Ayuntamiento, en principio, no tiene intención de quitarlos, sino se seguir el mismo protocolo que el año pasado. Es decir, se segarán cuando se termine su ciclo, para que los jardines recuperen su manto verde de césped.